EFE
SAO PAULO, BRASIL.- Más de mil niños viven de pedir limosna en las calles de Sao Paulo, la ciudad más populosa de Brasil, según un cálculo de las autoridades municipales publicado ayer.
A esa conclusión llegó la Secretaría Municipal de Asistencia y Desarrollo Social de la Alcaldía de Sao Paulo tras un recuento preliminar hecho por asistentes sociales en octubre y noviembre pasados, que arrojó mil 030 niños sin hogar en la ciudad.
Unos 380 de esos menores viven en el centro de la ciudad donde, además de pedir limosna, consumen drogas y corren el riesgo de ser reclutados por pandillas de narcotraficantes, dijo el coordinador del Centro de Referencia del Niño y el Adolescente del Barrio de Ipiranga, Edmundo Barbosa Silva, al diario “O Estado de Sao Paulo”.
Además del millar de niños que vive en las calles, las autoridades calculan que otros tres mil menores se dedican diariamente a vender golosinas o hacer malabares en las esquinas de las principales avenidas de la ciudad para poder asegurarse el sustento diario.
“Esos niños tienen casa, van a la escuela y trabajan para sostener a la familia. Los de la calle no. Duermen una noche aquí y otra allá y se acostumbran a seguir a un líder más viejo, al mismo tiempo protector y verdugo”, señaló el secretario municipal de Asistencia, Floriano Pesaro.
Los niños que viven en la calle por lo general han sido rechazados por su familia o se alejaron de ella y cuando son rescatados por alguna institución social permanecen unos días bajo un techo y luego se escapan.
Las autoridades calculan que el número de niños que vive en las calles equivale al 0.03 por ciento de los 3.1 millones de habitantes menores de 17 años de Sao Paulo, ciudad en la que viven 10.5 millones de personas.
