París, (EFE).- Rémy Martinot, el ciudadano francés que mantenía congelados los cadáveres de sus padres con vistas a un futuro retorno a la vida, se ha visto obligado a incinerarlos a causa de una avería en el sistema de refrigeración, publicó la prensa.
Martinot, un médico apasionado por la criogenización (conservación de un cadáver para una eventual vuelta a la vida si la ciencia lo permitiera) guardaba a 65 grados bajo cero los cuerpos de sus progenitores desde que fallecieron, en 1984 y 2002.
A su vez, desde hacía años intentaba sin éxito ante los tribunales franceses el reconocimiento de la congelación como forma legal de sepultura, y pensaba llevar el caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
El diario "Le Courrier de l'Ouest" reveló que se había producido una avería en el sistema de congelación que conservaba a sus padres en la mansión familiar en Nueil-sur-Layon (oeste de Francia).
Los cuerpos fueron incinerados el pasado día 3 en el crematorio de Montreuil-Juigné, cerca de la casa familiar.