?La actividad de ambulante no es sencilla, a veces nos agreden los inspectores?
El Siglo de Torreón
GÓMEZ PALACIO, DGO.- ?¡Ándele! Ponga la mano, no la mueva, son frijoles saltarines que le quitan el dolor de cabeza, son buenos para la diabetes y hasta para retirar las malas vibras?. Así inicia Araceli Romero de Jesús su venta en la calle, perpetuando la tradición comercial de su familia sólo que ahora en las calles de Gómez Palacio.
Originaria del estado de Veracruz, pero ciudadana saltillense desde los cinco años de edad, Araceli Romero cuenta con 17 años, casada y madre de una niña de dos años. Su mercancía hoy es un suceso.
?Ahora estamos aquí por la novedad de los frijolitos, por acá no los conocen y por eso andamos en Torreón y Gómez Palacio. Allá en Saltillo también vendemos plantas en marzo y para noviembre y diciembre, vendemos flores artificiales?, detalló.
?No estudié, me casé y me dedico a ser comerciante, mis padres siempre han hecho esto y mi esposo también. Hace un año comencé a vender los frijoles, porque tengo familiares en Guadalajara, de donde traemos estas semillas y sí se venden?, señala Araceli Romero sobre su actividad.
En un lapso de 20 minutos, la ambulante logró vender ocho bolsitas de fieltro color rojo, con cuatro frijoles saltarines, las cuales tienen un costo de diez pesos ?y te duran entre tres y cuatro meses y debes traerlos adentro de tu bolsa siempre, a donde vayas?.
Romero de Jesús detalla que la actividad del ambulantaje no es sencilla, pues en ocasiones son objeto de agresiones ?especialmente con los inspectores, que a veces te corren o te quieren quitar la mercancía. Por esos pagamos derecho de piso, a veces sacamos permiso, pero en ocasiones no tengo dinero?.
Cargada con una caja de cartón que usa como base, bolsitas de fieltro ya preparadas, una grapadora y los frijoles, la joven mujer instala su centro de trabajo e inicia su venta diaria, amontonándose a su alrededor los curiosos que tras una breve explicación de las características curativas de la semilla, solicitan una bolsita y luego continúan su camino.
TRADICIÓN
?No estudié, me casé y me dedico a ser comerciante, mis padres siempre han hecho esto y mi esposo también?.
Araceli Romero de Jesús,
Vendedora ambulante
