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CARACAS, Venezuela.- Una parte de los venezolanos, especialmente los sectores adversos al Gobierno, sospecha de las máquinas de votación, pero a pesar de esas dudas la Oposición aceptó su uso en las elecciones de hoy domingo bajo una serie de condiciones, que en opinión de los expertos dan amplias garantías.
Justo hace un año, la Oposición realizó un boicot a los comicios de diputados alegando que el proceso no era transparente. Luego de las auditorías sobre los equipos de votación -tanto los aparatos con sus periféricos como los programas electrónicos- y una concesión que ofreció el Poder Electoral para el conteo de una parte de los sufragios, el gobernador Manuel Rosales, principal oponente del presidente Hugo Chávez, accedió a ir a la contienda electoral del tres de diciembre utilizando el sistema automatizado de sufragio.
Rosales ha advertido de todos modos que la Oposición estará alerta ante cualquier posible fraude.
?Los venezolanos y yo aspiramos que el Consejo Nacional Electoral no se salga de las normas, que mantenga la imparcialidad, el equilibrio y que gane el que tenga suficiente respaldo del pueblo venezolano... Voy a defender, así sea con el último suspiro de mi vida, la transparencia y el resultado de este proceso?, declaró recientemente el candidato opositor.
?La tecnología se puede manipular, por eso creo que es bueno recontar los votos manualmente porque te da seguridad?, dijo Javier González, un estudiante de ingeniería de 22 años, quien admitió que tenía sospechas sobre las máquinas. ?El voto manual es más seguro?, acotó el joven universitario.
González es uno de tantos venezolanos que tienen dudas sobre el sistema automatizado de votación que se viene utilizando en Venezuela desde hace dos años en atención a una Legislación que establece la eliminación de la votación manual.
Recientes sondeos de opinión han demostrado que parte de los venezolanos tiene temores de que las máquinas de votación puedan revelar el sufragio. Esas suspicacias podrían estar relacionadas con las denuncias que realizó la Oposición en el pasado sobre algunos empleados públicos que votaron contra Chávez en anteriores procesos y fueron despedidos de sus trabajos en represalia.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) dijo en un reciente comunicado que ?el proceso electoral tiene una variedad de controles tan impresionantes que hace imposible cualquier intento de vulnerar la voluntad de elector?. Asimismo descartó la posibilidad de que se pueda violar el secreto del voto por vía de las máquinas lectoras de huellas.
En un intento de desvirtuar las sombras que hay sobre el proceso, Chavez dijo recientemente que el sistema de votación venezolano es ?uno de los más avanzados y modernos de todo el planeta?, a la vez que insistió que era altamente confiable porque daba al votante un registro en papel de su voto.
Avi Rubin, un experto en sistemas de votación electrónica de la universidad estadounidense Johns Hopkins que está familiarizado con las máquinas venezolanas, ha demostrado en su laboratorio cómo los sistemas automatizados de sufragio pueden ser cargados con un nuevo programa después de la votación y borrar lo que estaba grabado en esos equipos.
Sin embargo, Rubin considera que algunos controles tales como el conteo manual de los recibos de los votos que emiten las máquinas pueden disipar las dudas sobre una posible manipulación electrónica. El experto estadounidense dijo que el conteo del 54 por ciento de las cajas que se hará en los próximos comicios venezolanos le resultaba impresionante.
MODERNO SISTEMA
El moderno sistema de sufragio venezolano, al igual que el de Estados Unidos, no ha escapado al implacable escrutinio de los grupos opositores que desde el referendo de 2004 han denunciado la existencia de fraude y manipulaciones de los sufragios por vía electrónica sin presentar pruebas.
A partir del referendo presidencial de agosto de 2004 comenzaron a emplearse en Venezuela unas novedosas máquinas de votación, denominadas SAES 3000, que tienen incorporada una impresora de comprobantes de votos y una pantalla sensible al tacto. En los comicios venideros se utilizarán los modelos SAES 3300, que tendrán un monitor para múltiples selecciones, y el SAES 3000. Ambos equipos fueron diseñados y desarrollados por la empresa Smartmatic, que tiene su sede en la Florida y cuenta entre sus principales clientes al CNE de Venezuela.
Además de las máquinas de votación, el CNE aprobó la incorporación en 2004 de unos inéditos equipos de identificación de huellas de electores, también conocidos como ?captahuellas?, para evitar que un mismo votante pudiera sufragar varias veces.
Las lectoras fueron elaboradas por la empresa estadounidense Cogent Systems, que está especializada en el diseño de sistemas de captura de huellas biométricas para controles de seguridad.
En su pugna contra el sistema automatizado la oposición se anotó un tanto en las elecciones de congresistas de diciembre de 2005, cuando gracias a la mediación de los observadores internacionales logró que el CNE suspendiera temporalmente el empleo de las máquinas lectoras de huellas. La Oposición objetó los referidos equipos alegando que descubrían la secuencia de los votos.
A pesar de ese logro los adversarios a Chávez se retiraron de los comicios de diputados argumentando que no había transparencia en el proceso de votación, situación que abrió el camino a los candidatos oficialistas para conquistar los 167 escaños de la Asamblea Nacional.
El jefe del comité electoral del comando de Rosales, Eliceo Fermín, admitió que la Oposición aún tiene temores sobre una posible manipulación electrónica de los votos.
Fermín explicó que luego de una ?puja? con el CNE lograron algunas garantías tales como la auditoría de los programas y de los equipos del uno por ciento de las máquinas de votación y las ?captahuellas? antes de su ensamblaje, y el compromiso de las autoridades de que los equipos de sufragio permanecerán desconectados de la red de transmisión mientras se desarrolle la votación.
?Estamos muy bien preparados que conocemos los errores que cometimos en el pasado, que sabemos de nuestras debilidades, y estamos ojo avizor para las cosas que puedan suceder de aquí en adelante?, añadió.
Alejandro Plaz, presidente de la organización opositora Súmate, dijo que las auditorías de las máquinas, la desconexión de los equipos durante el sufragio, y el cambio que se hizo a los programas electrónicos de las ?captahuellas? para garantizar el secreto del voto, representan ?avances significativos? en comparación con los procesos que se siguieron en anteriores comicios.
Confió en que los testigos electorales hagan cumplir la normativa en cuanto a que las máquinas no deben ser conectadas a la red antes que se levanten las actas de cierre de votación para evitar que ?se les puede enviar información y se puede cambiar el ?software? remotamente para que produzca un resultado distinto?.
