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Marcos en tv

Martha Chapa

Marcos reapareció, pero no, por cierto, entre la maleza de la selva chiapaneca, sino en vivo y en directo, a través del Canal de las estrellas.

Pero si bien celebramos que en lugar de las guerrillas, con su inherente violencia, se imponga la paz y la participación por la vía civil en el actual México democrático, no dejó de parecernos contradictoria la reciente presencia del hombre embozado en este medio de televisión.

Ahí saltó entonces la incongruencia del personaje que siempre fue un intransigente crítico de Televisa, quien incluso en fechas recientes, a lo largo de lo que él llama La otra campaña, expresó duras críticas en las que incluyó a TV Azteca y les propinó a las dos televisoras todo tipo de descalificaciones.

Durante la entrevista pareció que intentaba presentarse ante ese auditorio de millones de personas como un hombre tranquilo y hasta conciliador, pero todo parece indicar que no logró su propósito porque en realidad se vio desarticulado y desdibujado, además de inocuo.

La verdad es que se aprecia una gran urgencia del subcomandante (ahora llamado por muchos el subcomendiante) por reposicionarse, ya que en los años recientes se fue sumiendo en el olvido y ahora aparece desgastado y sin vigencia social. De hecho, a lo largo de la certera entrevista que le realizó Carlos Loret de Mola se le percibió cansado, disperso, insustancial y hasta frívolo, como si fuera uno de los personajes de Plaza Sésamo o integrante de la Familia Peluche.

Aquel protagonista que llegó a emocionar y esperanzar, que poseía una buena dosis de carisma y romanticismo, perdió encanto, credibilidad e impacto político al convertirse en cápsula noticiosa y pasar a formar parte del consumismo televisivo. Con esa opinión, que parece haberse generalizado, quien pierde es él y sus causas, porque en el supuesto de que fuera razonable pensar que en este momento es indispensable estar en los medios de comunicación, el dirigente zapatista pudo haberlo hecho de manera más inteligente y crítica, y no como si se tratara del lobo con piel de oveja, imagen que también resulta inverosímil.

Preferimos entonces a este personaje en las filas de la democracia, sí, pero sin perder la esencia de sus ideas, sin abandonar la defensa de las comunidades indígenas y la lucha por un México más justo, banderas con las que muchos coincidimos, por cierto mucho antes de que él apareciera en Chiapas y ahora en la pantalla chica.

e mail: enlachapa@

prodigy.net.mx

www.marthachapa.com.mx

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