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Marcos, sepulturero del Peje/Acrópolis

Salvador Flores Llamas

A AMLO le sobran aliados incómodos. No sólo Fidel Castro y Hugo Chávez, en Cuba y Venezuela, sino los rijosos perredistas que arman broncas intrapartido; quienes patrocinan o se alían a movimientos sediciosos, los ex priistas que sus coordinadores de redes ciudadanas atrajeron para lanzarlos de candidatos y resultaron auténticas fichitas, la corrupción manifiesta del Gobierno del DF y del PRD y ahora Marcos.

Además de estar claro el desplome de su popularidad, el Peje enfrenta rémoras tales; por lo que se desgañita y paga largos tiempos en la TV para tratar de desmentir sus ligas con el encapuchado. Pero puede más la realidad monda y lironda y su mala fama de mentir, para que no se le crea ni un ápice.

Por otro lado está el blindaje de seguridad que el Gobierno capitalino brinda al sub y que lo siguen grupos y conocidos perredistas, además de 18 bloqueos de tránsito que éste obsequió el 11 de mayo a los defeños, como si no bastaran ya tantas marchas del PRD. Esto lleva a pensar que si López fuera presidente, las que armaría cada que sus oponentes le pararan proyectos de Ley o no le cumplieran un capricho.

(Y así el venezolano Hugo Chávez declaró en Europa que reverbera el despertar de la izquierda en los comicios mexicanos próximos).

Eso, aquí y en China representa un peligro para nuestra ya vapuleada sociedad e induce a votar contra quien lo patrocina; por lo que Andrés y socios hablan del voto de castigo para ellos y culpan de promoverlo a PRI y PAN (el PRIAN, repite AMLO) pese a que -está muy claro- son ellos quienes lo provocan.

Y es que adoptaron el papel de víctimas y ya no pueden despojarse de él. Por eso no cejan de imputar a los medios y al PRIAN hacerles guerra sucia e invocan el fair play; por más que son ellos quienes arremeten contra todos y AMLO es el campeón de quejas, complós e insultos y de sembrar discordia en la justa presidencial.

Su plañir no pasa de otra mentira para encubrir la verdad y despistar al enemigo.

Y claro, jamás confesarán que todo obedece a un plan trazado con antelación, incluido el nuevo recorrido del sub por todo el país -la otra campaña- para sembrar grupos sediciosos y contactar a los ya existentes, y hacer estallar la desestabilización a la hora oportuna que, hoy se ve, puede ser al resultarle adverso el fallo electoral al Peje.

No debe pasarse por alto que existe orden de aprehensión para Marcos. La había suspendido la Ley para el Diálogo, la Conciliación y la Paz Digna en Chiapas, aprobada por el Congreso en 1994 para restaurar la paz y crear la COCOPA, comisión legislativa con indéntico fin.

Pero el EZLN rompió el diálogo y las negociaciones de San Andrés Larráinzar el dos de septiembre de 1996, como lo subrayó -en nota de Pepe Contreras en Crónica- el senador Carlos Rojas, miembro destacado de la COCOPA. Desde entonces el sub se ha dedicado a sacarle al parche, para hacer su santa voluntad e incitar ahora abiertamente a la rebelión; lo que lo hace doblemente delincuente y punible.

Valga reiterar que en Atenco lo secundan desde el incio grupos del PRD como el Pancho Villa, CGH, de Chapingo, la Universidad de la Ciudad de México, creada por AMLO y demás, capitaneados por el diputado del DF José Jiménez, el “Tíbiri Tábara”, líder de la golpiza al jefe Diego al ingresar al Senado, y el “Chiquilín” Villanueva (presunto asesino de Polo Uscanga en 1994). Los dos últimos, miembros de la coordinación de la campaña de Marcelo Ebrard, candidato al Gobierno del DF por el Sol Azteca.

Es más, la hazaña de los macheteros de Atenco -con su detención y acusaciones a la Policía de brutalidad y violaciones de presas, de las que no aportaron pruebas- fue llevada estruendosamente a la sesión de la Comisión Permanente del Congreso del nueve de mayo por los diputados perredistas Inti Muñoz y Beatriz Mojica, con apoyo explícito a Marcos y socios; como para no dejar duda de la alianza de éste con el PRD y AMLO.

No basta, pues, que el PRD acuse a la “ultraderecha” de endilgarle a Marcos; falta que el Peje rompa públicamente con él, para que medio se le crea, pues los hechos son más contundentes que las palabras y mucho más que las mentiras.

Es difícil que la PGR le eche el guante ahora al sub por el inconveniente político de convertirlo en mártir en vísperas electorales, acción que fácilmente capitalizaría su socio Manuel Andrés. Lo que sin duda ha de entrar también en el cálculo de ambos.

Por otro lado, AMLO tiene la “guerra sucia” entre sus más cercanos, que andan a la greña (Arriola contra Camacho, éste vs. Jesús Ortega y Leonel Cota con Monreal) o bien las pugnas entre las tribus de Martí Batres y René Bejarano (a quien no hay que dar por muerto, pues tiene aún la confianza del Peje) y demás y en la abierta corrupción que destila el Gobierno del DF, por más que quiera taparla -como hizo López en su tiempo, para que no afectara su ambición presidencial- Alejandro Encinas en plan dispendioso.

La mostró Transparencia Mexicana -organismo ciudadano que preside Federico Reyes Heroles- al señalar al DF como la entidad más corrupta de las 32 del país después de que hace meses indicó que López Obrador recibía 35 millones de pesos diarios del ambulantaje extendidísimo en la capital y municipios perredistas conurbados.

Al respecto hay denuncias que no prosperan contra las delegadas Fátima Mena, de Tláhuac; Leticia Robles, de Alvaro Obregón, y Virginia Jaramillo, de Cuauhtémoc.

Martí Batres armó un zipizape en el Comité Directivo del PRD-DF al no rendir cuentas, y hasta Martín Lugo Maldonado, funcionario de Azcapotzalco, se robó unas despensas para los damnificados del ciclón Stan, para no quedar a la zaga de Bejarano, Imaz, Gustavo Ponce, Sosamontes y otros perredistas encubiertos por el Peje, que le sacaban sobornos al empresario Carlos Ahumada.

Es claro el caso de Raúl Ojeda Zubieta, que recibió de éste fuerte apoyo para sus dos campañas por el Gobierno de Tabasco hace seis años, y a quien AMLO pidió ponerlo en contacto con el señor de las ligas, cuando era su operador político y jefe de campaña para el Gobierno del DF, donde fue su secretario particular.

Además, en la Asamblea Legislativa del DF diputados como Francisco Chiguil, Lorena Villavicencio y Alejandra Barrales se distinguieron por sus trampas y grillas, más que por cumplir sus tareas.

La Barrales vuela muy bajo como candidata a la Delegación Benito Juárez, y los periodistas de Morelia no olvidan que cuando Cárdenas Batel la nombró secretaria de Desarrollo Social sacó una acta de nacimiento falsificada para fingirse michoacana.

Este diez de mayo a muchos automovilistas que hacían cola al ir a los restaurantes a festejar a sus mamás, los extorsionaron agentes de tránsito, que demostraban no tener progenitora y argumentaban que los jefes aumentaron el entre.

Bien dice la actriz María Elena Marqués, quien aunque retirada de las cámaras, sigue muy señora: Estos perredistas, apenas probaron la sopa caliente ya no quieren dejar el poder y el dinero.

Bien inquirió una radioescucha la tarde del día 12: ¿A qué van el sub y secuaces a Los Pinos si el presidente está en Europa? Sólo a remachar los clavos al ataúd del Peje con el escritor Carlos Monsiváis -que rechazó su invitación a figurar en su gabinete pese a haber sido su partidario- y con las dos personas que murieron en las ambulancias a las que los alborotadores impidieron llegar a los hospitales.

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