LA ÉTICA DE MILTON FRIEDMAN
Hasta ahora, el fraude bursátil más escandaloso de la historia es el de Enron. Miles de pequeños ahorradores fueron estafados por los directivos de esta compañía, quienes falseaban información contable para hacerles creer que serían el monopolio energético del siglo 21, un rol dominante que en 1913 mantuvo la Standard Oil de Rockefeller, y que lo llevo a ser el primer multimillonario de la historia empresarial contemporánea.
¿Qué falló? Prácticamente todo, los cimientos de Enron fueron endebles, ningún negocio soporta la combinación de expectativas irracionales, gastos desmesurados, y ética retorcida. Así, el congreso de aquel país aprobó leyes que responsabilizan penalmente a los directores generales por inconsistencias en los informes financieros, y obligan a la empresa al escrutinio de auditores externos.
Pero el daño estaba hecho, taparon el pozo después que cayó el niño. ¿Tuvo que ser así? No, la ética necesaria para hacer negocios no es algo nuevo, y aquí es donde vale la pena recordar la advertencia de Milton Friedman, economista ganador del premio Nóbel, quien falleció el pasado 16 de noviembre a la edad de 94 años.
Sobre el tema, transcribo algunas líneas de ?Ética y responsabilidad social empresarial? ensayo que publiqué en Oxford University Press - The Anahuac Journal en agosto de 2006.
La ética y la responsabilidad social no son ?otro asunto novedoso? respecto a la gestión de negocios; sino una tarea no resuelta en algunas empresas y gobiernos que hoy conocemos, es urgente contextuarlas desde una perspectiva sistémica.
Las organizaciones no son producto espontáneo de la naturaleza, sino creaciones deliberadas del hombre, esta afirmación tiene un núcleo que pudiera expresarse así: la humanidad ha creado sistemas organizacionales para cumplir objetivos económicos y sociales imposibles desde la capacidad individual, la empresa (en un sentido amplísimo), no opera en el vacío, sus medios y sus fines deben alinearse a propósitos fundamentales más allá de su interior y de sus fronteras.
Milton Friedman, comúnmente identificado como líder de la escuela monetarista de Chicago, advierte en algunos de sus estudios sobre las estructuras de derechos de propiedad, las dinámicas contractuales, y la imposibilidad conceptual de los administradores para actuar como agentes morales.
Dos ramales derivados de este enfoque, son la teoría de la agencia y la teoría del Gobierno corporativo, donde la primera define como ?agentes? a los encargados de gestionar una organización en beneficio de sus propietarios, y la segunda explora cómo puede motivarse o gobernarse la actuación de dichos agentes para que cumplan su cometido en forma justa para los grupos de interés que componen un sistema organizacional.
Es necesario discernir sobre la línea argumental que Friedman desarrolló en su articulo ?The Social Responsability of Business is to Increase its Profits? publicado en 1970 en The New York Times, respecto a la imposibilidad conceptual de los administradores, (agentes), de una corporación para decidir sobre algún tipo de responsabilidad social adicional a maximizar la utilidad de los accionistas.
1.- Friedman nunca contrapone la responsabilidad social con la eficacia económica, solamente puntualiza el nivel decisorio respecto a quién debe orientarla como prestación dentro del contrato social en el cual está inmersa la corporación, argumenta que los agentes no tienen la facultad para decidir transferencias unilaterales o donaciones sobre los recursos y el potencial de riqueza que les fue confiado, pues su principal (no única, precisa el propio Friedman), obligación es maximizarlo para sus propietarios, y que estos últimos puedan elegir en lo personal el destino de su plusvalía, sin menoscabar el sistema empresarial como generador de riqueza.
2.- Friedman no concibe a los agentes de la corporación como amorales, sino como personas con valores éticos individuales que orienten su actuación hacia la maximización de las utilidades probables, pero también posibles; en un contexto ético socialmente aceptado.
3.- Entonces Friedman, en su premonitorio ensayo, previene sobre un hipotético escenario donde los agentes conciben la responsabilidad social corporativa como la apropiación indebida de la capacidad para decidir transferencias de riqueza hacia obras filantrópicas favoritas, ¡o hacia sí mismos!, en perjuicio de accionistas minoritarios que no alcanzan beneficios sobre su inversión.
4.- Friedman no ubica la responsabilidad social solamente como ideal de justicia, sino que la alinea con la ética de la empresa como artefacto que genera riqueza susceptible de ser jerarquizada y redistribuida según pautas de derecho positivo, y cuyo espíritu recientemente busca ser plasmado normativamente en leyes como Sarbanes-Oxley y otras derivadas; reaccionando así, a la asimetría contemporánea entre el poder unipersonal del agente y el control fragmentado, o disuelto, de la propiedad.
Es claro: desde 1970 Milton Friedman dio aviso sobre catástrofes tipo Enron, lástima que muchos sólo vieron un trabajo académico más.
El autor es profesor de negocios en Ibero Torreón, ITAM y Universidad Anáhuac México.
haramos67@hotmail.com