(Primera parte)
Hoy en día, muchos jóvenes toman decisiones respecto al sexo sin tener la más remota idea de las consecuencias que acarrea esa determinación. Los adolescentes reciben información sexual de la televisión, del cine, de las canciones de moda y de sus compañeros de clase, que son los menos indicados para ello. Al mismo tiempo, la mayoría de los medios masivos de comunicación les dicen a los adolescentes que el sexo es algo fantástico y divertido, pero no les hablan de sus consecuencias. Dios creó el sexo y es algo bueno, lo creó para nosotros, pero con ciertos límites que se encuentran enmarcados dentro del matrimonio. Dios no creó el sexo para el amor, lo creó para el matrimonio que es un compromiso permanente que debe durar toda la vida. Lo deseable es que en el matrimonio haya amor, eso ayuda mucho para que logre subsistir a pesar de los ataques constantes que sufre, pero algunas veces, desgraciadamente éste no se presenta o ya se extinguió en forma definitiva. Recordemos que debemos unirnos a la pareja con sinceridad en las buenas y en las malas, a pesar de lo que suceda en el futuro, en la pobreza y en la riqueza, en la salud y en la enfermedad, en el éxito y en los fracasos, aceptando los defectos mutuos, con las debilidades que surjan y las flaquezas que aparezcan, con sus errores y los nuestros, con el entusiasmo que se desborda en ciertos días de la semana y el pesimismo que nos retrae, con el cansancio que nos agota y el vigor que nos tonifica. De esa manera, pase lo que pase, estaremos formando una verdadera familia durante el tiempo que nos reste de vida, hasta que la muerte nos separe. Ése es el contexto seguro para el matrimonio cristiano, el cual nos permitirá estar convencidos de que con la ayuda de Dios y con la oración constante, permaneceremos siempre juntos queriéndonos cada vez más, desterrando el quedarnos bajo el mismo techo simplemente por costumbre o por interés. Y para conseguirlo, dejémonos conquistar por una mirada de amor de nuestro cónyuge, por una tierna palabra que siempre hace falta, por un recuerdo amable que nos transporta a sitios inimaginables, por una caricia que dulcemente nos atrae. El mayor temor de las jóvenes que están teniendo relaciones sexuales fuera de matrimonio, es el embarazo. El embarazo es lo que más temen y sin embargo no es lo más grave que les puede llegar a suceder. Tienen cuatro veces más probabilidades de contraer una enfermedad, que salir embarazadas, y es el embarazo lo que más les preocupa. Eso no es lo peor que les puede ocurrir si deciden tener relaciones sexuales. Esas jóvenes tuvieron la oportunidad de elegir, pero eso fue antes de que tuvieran sexo, ahora sus decisiones tendrán serias consecuencias que arrastrarán durante toda la vida. El aborto es doloroso física y moralmente, más del 80 por ciento de las mujeres que pasaron por él afirman que si pudieran volver atrás escogerían algo muy diferente. No es como ir al dentista para que les extraiga una muela, esto es algo que no se olvida. Durante cinco, diez, 15 años o más, la conciencia reprocha y castiga con dureza a la mujer que aborta intencionalmente. Muchas adolescentes padecen depresión, y otras intentan suicidarse después de un aborto. No es una decisión fácil, tiene graves consecuencias.
Cuando una joven decide ser madre después de haber tenido relaciones sexuales fuera de matrimonio, verá truncadas sus metas, sus planes y sus ilusiones de superarse y estudiar una carrera. Pero esto no sucede por haber elegido ser madre, sino por haber tenido relaciones sexuales en forma prematura. De la misma forma, el adolescente que embarace a una muchacha, verá afectada su propia vida personal en cuanto a las aspiraciones personales de continuar estudiando y los logros económicos que alcance con el trabajo que llegue a tener. Se trata de una tremenda responsabilidad que lo afectará en varios aspectos (siempre y cuando sea responsable). Son muchos los adolescentes que embarazan a jóvenes cuando ambos han ingerido bebidas alcohólicas. La decisión que toman hombres y mujeres en ese estado la pagarán el resto de sus vidas. En todos los estratos sociales, y en todas las edades, se cometen gran cantidad de tonterías al permanecer la persona alcoholizada. Uno de los grandes sufrimientos que padecen los padres de familia en la actualidad, es darse cuenta que alguna de sus hijas se emborracha.
Si las jóvenes deciden tener relaciones sexuales fuera de matrimonio, finalmente pueden sobrevivir al embarazo, pero existen otros riesgos que deberán enfrentar. Las estadísticas nos dicen que en los Estados Unidos, el día de hoy, 12 mil adolescentes contraerán una enfermedad transmitida sexualmente. Pero ésos son solamente los adolescentes, si consideramos también a los adultos tendremos 55 mil personas al día que en la Unión Americana se contagian de una enfermedad sexual. En México no se lleva con exactitud ese tipo de estadísticas, pero eso no significa que un gran número de personas no se contagia diariamente. En los años cincuenta se conocían y se trataban cinco enfermedades transmitidas sexualmente, en la actualidad hay más de cincuenta que se contagian mediante el sexo, más de 25 de ellas son muy frecuentes entre los jóvenes y el 30 por ciento de éstas son completamente incurables. Esto significa que si desgraciadamente contraen una de estas enfermedades, será para toda la vida.
Podemos mencionar tan sólo algunas de ellas, entre las que se encuentran: H.P.V. (llamado también verrugas genitales), sífilis, herpes, gonorrea, triconoma, clamidia, Hepatitis B, SIDA, etc. La clamidia es la enfermedad sexual transmisible más común entre los adolescentes. Unos cuatro mil jóvenes contraen la enfermedad todos los días. Es una bacteria, no un virus, se trata y se cura fácilmente tomando antibióticos durante diez días. El problema con la clamidia es que más del 80 por ciento de los jóvenes que tienen esta enfermedad no presentan síntomas. No se puede tratar una enfermedad que no se sabe que se tiene. Si una joven la contrae una vez, tiene un 25 por ciento de probabilidades de que sea estéril para el resto de su vida, si la contrae dos veces, las probabilidades aumentan al 50 por ciento y si la contrae tres veces, es probable que jamás pueda tener familia.
El virus Papiloma Humano (H.P.V), se contrae sexualmente, y toda la vida el enfermo contagiará a las personas con las que tenga relaciones sexuales. Se le llama también "Verrugas Genitales", y es el agente número uno que provoca cáncer entre las personas de ambos sexos. Esta enfermedad mata a más individuos que el SIDA, y no se habla de ello. El Colegio Americano de Ginecología y Obstetricia estima que el 46 por ciento de todos los adolescentes que han tenido sexo ya están infectados con este virus. Uno de cada dos. No hay preservativo en el mundo que los proteja de esta enfermedad, porque no es una enfermedad de la sangre o del semen, sino de toda el área genital, solamente se requiere el contacto con el área genital y estarán infectados para toda la vida, contagiando de inmediato a todas aquellas personas con las que se tengan relaciones sexuales.
(Continuará el próximo domingo).
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