EFE
Cisjordania.- El Ejército israelí reconoció que lanzó ayer dos ataques contra el coche de unos milicianos de la Yihad Islámica en Gaza, una operación que se saldó con diez muertos, siete de ellos civiles, entre ellos dos niños.
Las Fuerzas aéreas israelíes hablaron primero de un solo bombardeo, pese a que testigos palestinos contaron que se habían producido dos ataques y que el elevado número de muertos se debió precisamente a que varios transeúntes se acercaron al coche tras la caída del primer proyectil.
En la rueda de prensa en la que el ministro de Defensa, Amir Peretz, y mandos militares presentaron los resultados de una investigación sobre los sucesos del pasado viernes en una playa de Gaza, cuya responsabilidad Israel rechaza, se informó que en el ataque de ayer se disparó dos veces.
El primer disparo no alcanzó el coche en el que milicianos de la Yihad Islámica transportaban cohetes Katyusha y se decidió a los diez segundos lanzar un segundo misil.
En el momento de disparar el segundo misil, dijeron las fuentes militares, no se veían civiles en el punto de mira, pero sí se detectaron poco después, cuando aún se estaba a tiempo de cambiar la trayectoria del misil, que tarda 40 segundos en alcanzar el objetivo.
No obstante, dado que el coche se encontraba dentro de la ciudad de Gaza, los militares estimaron que si se desviaba la trayectoria del misil éste caería en una zona donde podía haber causado decenas de muertos y se decidió dejarlo caer en el lugar previsto originalmente.
En el ataque murieron siete civiles, entre ellos dos niños y el padre de uno de los menores.
Peretz ha expresado su pesar por este incidente, y fuentes del Ejército recalcaron que el que Israel esté dispuesto a reconocer su responsabilidad en este ataque prueba que admite sus culpas, y que el informe sobre el incidente del viernes que exculpa a las Fuerzas Armadas es fidedigno.
Una comisión del Ejército israelí ha investigado la explosión del viernes en una playa de Gaza -que causó la muerte de siete civiles de una misma familia- y ha llegado a la conclusión de que, pese a lo que se creyó en un principio, no fue obra de su artillería, sino que se debió probablemente al estallido de una mina enterrada.