EL SIGLO DE TORREÓN
Gómez Palacio, Dgo.- Un enjambre de abejas, al parecer africanizadas, atacó y dio muerte a un septuagenario la tarde de ayer en el ejido Paraíso, Durango, según se dio a conocer en el Cuerpo de Bomberos de esta ciudad.
El hoy occiso respondía en vida al nombre de José Andrade Rodríguez, de 75 años de edad, con domicilio conocido en el mismo ejido Paraíso.
De acuerdo con las declaraciones del nieto de la víctima, siendo aproximadamente las 14:30 horas, su abuelo acudió a una finca de su propiedad la cual está abandonada con el fin de colocar una trampa caza enjambres.
Al intentar ingresar a la casa, el septuagenario no se percató que el enjambre se encontraba sobre la puerta dentro de la finca, por lo que al abrirla las abejas se espantaron y comenzaron el ataque contra Andrade Rodríguez, quien debido a su avanzada edad no pudo escapar de las mortales picaduras.
En cuestión de segundos el cuerpo de José se vio envuelto por miles de abejas, sin que nadie pudiera hacer nada por rescatarlo hasta que cesó el cruel ataque, fue hasta entonces que algunos lugareños pudieron acercarse para trasladarlo en un vehículo particular al Centro de Salud ubicado en Gregorio A. García, a donde desgraciadamente llegó sin vida.
Personal del grupo de Homicidios de la Policía Ministerial y el agente del Ministerio Público de Delitos Contra la Vida y Salud Personal Óscar Menchaca Lara, se constituyeron en dicho nosocomio para dar fe del cadáver de José Andrade Rodríguez, quien posteriormente fue enviado al anfiteatro del Servicio Médico Forense para la necropsia de Ley.
Roberto Martínez, oficial del Cuerpo de Bomberos, señaló que a ellos les avisaron del ataque hasta las 15:00 horas, por lo que de inmediato se trasladaron hasta el ejido Paraíso, localizado a 20 kilómetros por un camino de terracería a partir del ejido El Compás, Durango, motivo por el cual la ayuda llegó demasiado tarde para Andrade Rodríguez.
Agregó que el enjambre debió de haber sido de grandes proporciones ya que la miel del panal que se recogió, cubrió un poco más de la mitad de un tambo de 200 litros.