EFE
Londres, INGLATERRA.- La francesa Amelie Mauresmo, campeona de Wimbledon, puso fin, con el segundo Grand Slam que suma en seis meses, a la larga sequía de títulos que sufría en el All England Club el tenis galo femenino, que tras 81 años encontró ayer a su nueva heroína.
Aún con el sabor del trofeo que logró en el Abierto de Australia, Mauresmo rompió ayer en Londres una barrera histórica para su país. Desde que consiguiera esta misma hazaña Suzanne Lenglen (en 1919, 20, 21, 22, 23 y por última vez en 1925), ninguna otra jugadora francesa había logrado dominar en el césped londinense.
Si las mujeres han tenido que esperar nada menos que 81 años para conocer a la sucesora de Lenglen, en el cuadro masculino, el último varón que logró proclamarse vencedor en este escenario fue Yvan Petra en 1946.
El triunfo de Mauresmo en la Central por 2-6, 6-3 y 6-4, en el décimo enfrentamiento que protagonizaba con Henin, y en el que sacó a relucir un repertorio que combinó saque y volea con la agresividad que la caracteriza, permitió a esta jugadora cerrar de forma satisfactoria la cuenta pendiente que tenía desde Australia.
En la final de Melbourne, la belga privó involuntariamente a la vigente campeona de Wimbledon de abrazar el que fue su primer título en un ?grande? con argumentos deportivos. Cuando el marcador marcaba 2-0 abajo en el primer parcial, la número tres anunciaba su retirada por lesión, facilitando a Mauresmo una victoria en la que apenas tuvo que sufrir.
La nueva campeona de Wimbledon, una jugadora a la que a lo largo de su carrera el factor suerte ha abandonado en situaciones cruciales, supo dominar los nervios y remontar a tiempo un set adverso.
Hasta la fecha había conseguido meterse en tres semifinales consecutivas de Wimbledon -ayer jugó su primera final-, pero en todas concluyó con las manos vacías. ?Aún no me lo creo. La verdad es que no me lo esperaba. No me sentía genial cuando empezó el torneo, pero de pronto todo empezó a encajar, comencé a jugar bien y me encontré ganando la semifinal, algo que se me resistía siempre?, explicó la ganadora. Además, con su rendimiento de ayer en la ?Catedral?, la mejor tenista del mundo impidió a Henin, que en Wimbledon había conseguido llegar a semifinales en 2003 y 2002 y ser finalista en 2001 (para caer ante la estadounidense Venus Williams), completar un currículo adornado ya con tres Roland Garros, un Abierto de Australia y un Abierto de EU.
La belga se tomó la derrota con deportividad y simplemente comentó lo evidente: ?Ha sido demasiado buena?. Lo cierto es que ayer, en la ?Catedral?, la tercera del mundo se quedó sin el único ?grande? que aún le queda por conquistar.
Henin-Hardenne, considerada la reina sobre la superficie de tierra, ha conseguido estar presente en las tres finales de Grand Slam de este año y llegaba a Londres tras haberse proclamado campeona de Roland Garros, una competición en la que es Mauresmo una de las jugadoras a las que se considera siempre favoritas.
La jornada también se saldó con el triunfo, en la categoría de dobles masculina de la pareja formada por los hermanos estadounidenses Mike Bryan y Bob Bryan. Los números uno del mundo se impusieron al francés Fabrice Santoro y al serbio Nenad Zimonjic, sextos favoritos, en una hora y 56 minutos, por 6-3, 4-6, 6-4 y 6-2.
Los Bryan constituyen el primer equipo masculino de dobles de la era Open que alcanza siete finales seguidas en los ?grandes? y con su victoria de ayer lograron completar su círculo de Grand Slams, al lograr, con este Wimbledon, el trofeo que le faltaba. .
Mauresmo fue
?demasiado buena?
La jugadora belga Justine Henin-Hardenne, que ayer perdió la final femenina de Wimbledon ante la número uno del mundo, la francesa Amelie Mauresmo, reconoció que su rival fue ?demasiado buena? para ella.
?No hay mucho más que decir. Ella jugó mejor, supo aprovechar sus ocasiones y fue demasiado buena para mí?, afirmó, tras concluir el duelo en la pista central, en la segunda final que disputa la belga en el All England Club, donde también, en 2001, había caído en la última ronda del torneo ante la estadounidense Venus Williams.
Justine Henin admitió también que se encontraba ?muy cansada?, pero dijo que había disfrutado de su incursión en el torneo. ?Han sido dos semanas muy buenas, aunque finalmente me haya tocado perder. Lo he disfrutado mucho el partido y volveré para intentar aprovechar mis oportunidades en la próxima vez?, agregó.
Nadal será ?trasquilado? Federer
El tenista sueco Jonas Bjoerkman, que el viernes cayó derrotado frente a Roger Federer en las semifinales de Wimbledon, cree que Rafael Nadal será el próximo en ser ?trasquilado? por el tenista suizo en la final de hoy.
En un artículo ayer en el diario sueco ?Expressen?, Bjoerkman escribe que Nadal ?no podrá hacer nada frente a Federer?, aunque cree que el tenista español es el único que lo puede derrotar.
?Si alguien puede parar a Federer es Nadal, tiene una superioridad mental sobre él por el 6-1 a su favor en los enfrentamientos particulares?, señala el sueco, que cree que será el partido más difícil que Federer afronte en todo el torneo.
No obstante, Bjoerkman resalta que Federer juega en su superficie favorita y tiene un servicio ?fantástico?, y que ?si hay algún lugar donde no va a dar concesiones es aquí?.
Sobre el partido contra el suizo, que lo derrotó en tres sets (6-2, 6-0, 6-2), el veterano tenista sueco reconoce que Federer ?rozó la perfección? y que él fue el mejor espectador sobre la pista. ?Sentía como si el partido ya estaba decidido en el segundo servicio, él simplemente fue a más y más. Pero no creo que fuera embarazoso: nadie en el torneo se ha acercado al nivel de Federer?, explica.
Jonas Bjoerkman, de 34 años, confiesa que sabía que su única posibilidad era aguantar lo máximo posible y esperar a que el número uno mundial perdiera la concentración o se relajara. ?Pero eso no sucedió nunca?, escribe Bjoerkan.