Finanzas Buen Fin Aguinaldo FINANZAS PERSONALES Buen Fin 2025

?Mecenas con dinero ajeno?.

SALVADOR KALIFA

Andrés Manuel López Obrador (AMLO) repartirá dinero a muchas personas si es elegido presidente de México el dos de Julio. La semana pasada comenté la pensión para los adultos mayores y hoy le toca a sus compromisos con el deporte, las artes y la cultura, que son bastante intrascendentes para los problemas centrales de nuestra economía, pero ocupan cuatro (13, 14, 15 y 16) de sus 50 compromisos, con el objetivo de tener contentos a los ?intelectuales? y artistas que lo apoyan.

Su mensaje (ridículo) es, en esencia, que el país no ha crecido porque ?la ausencia de una política cultural a mediano y largo plazo? es uno de los grandes obstáculos que frenan el desarrollo sustentable en México?. Plantea, en consecuencia, la necesidad de aportar recursos públicos e incentivos fiscales para la danza clásica y moderna, las culturas populares e indígenas, las orquestas mexicanas, las artes plásticas, la apertura de librerías, salas de cine y teatros, la radio y la televisión estatal. Todos estos, sin duda, motores del crecimiento económico.

En concreto, los compromisos de AMLO contemplan un incremento considerable del gasto público y la aplicación de una ?Ley Nacional de Cultura?que fije el porcentaje mínimo fijo del presupuesto federal que debe dedicarse a la cultura, de modo que el gasto en este rubro no esté sujeto a la discrecionalidad?.

Esos recursos servirán, entre otras cosas, para intensificar la influencia del estado sobre lo que pensamos, como sucede con el documental de Luis Mandoki sobre AMLO patrocinado por el PRD, pero ahora apoyando ?mediante un programa especial, exenciones fiscales y?recursos financieros?la formación, permanencia y desarrollo de empresas culturales?en barrios, pueblos y colonias;?? (dar) respaldo financiero?a la producción fílmica, a garantizar que las cintas mexicanas (como las de Mandoki) tengan un espacio suficiente?en la exhibición comercial; ?(apoyar la)?ampliación de la radio cultural y de la televisión estatal?(invirtiendo)?en?programas que aborden temas torales? como el grave desequilibrio económico que están produciendo las leyes de absoluto libre mercado...?

Su animadversión por la economía de mercado se refleja en que los criterios de eficiencia en la asignación de recursos, donde la calidad y la demanda del público juegan un papel determinante, no son relevantes para este mecenas con dinero ajeno, quien dice que no regateará ?respaldo a ninguna creación cultural porque se le considere ?arte para minorías??Cerrarse a las manifestaciones de la cultura popular, por considerarlas ?de poca calidad?, sería adoptar una actitud elitista en contra de nuestras tradiciones??.

El Gobierno de AMLO iría, sin embargo, más lejos. En un afán de imponer sus ideas colectivistas sobre la cultura y lo que ?debemos? oír y ver los mexicanos, promoverá? ?que los medios televisivos concedan espacios suficientes para la difusión de programas culturales no comerciales?, cuya definición estará obviamente a cargo de las huestes de AMLO.

Hay muchos argumentos en contra de utilizar recursos públicos en estas actividades. Puede decirse, en primer lugar, que hay una cuestión crucial de justicia distributiva en el asunto. ¿En que se basa AMLO para gravar los salarios de los trabajadores con el objetivo de aumentar los ingresos de los artistas?

Los compromisos de AMLO para apoyar el teatro, las artes, los museos, las bibliotecas, las salas de cine porque son buenas y útiles, llevan a una cuestión sustantiva, donde si uno desea apoyar todo lo que es bueno, ¿dónde va a parar? Por otra parte, ¿Acaso es cierto que la ayuda gubernamental favorece el progreso del arte y la cultura? Esta pregunta está lejos de haber sido resuelta, en particular cuando vemos que las expresiones culturales, las películas y los canales de televisión y radio que la gente ve y escucha, y que por tanto prosperan, son los que dependen de sus propios medios.

No olvidemos, además, que los buenos deseos de AMLO no son los que hacen que esos recursos aparezcan de la nada, y que si no fuera por sus compromisos ?milagrosos? nunca hubieran existido. Debemos admitir que lo único que puede hacer AMLO o cualquier Gobierno o Congreso, es quitarle dinero a una persona para dárselo a otra. Por consiguiente, los recursos que se destinen a las artes y la cultura tendrían usos alternativos en manos del gobierno o de los mismos contribuyentes, si no fuera porque AMLO quiere dárselos a los artistas.

Los que promueven estos compromisos nos dicen que el arte y la cultura son labores ?moralmente superiores?. No estoy de acuerdo. Esos compromisos implican una disminución del poder de compra de los obreros, carpinteros, electricistas, plomeros, doctores, maestros, etc.? para aumentar el de los cantantes, artistas y poetas. No hay argumento económico, ético o moral que pruebe que esta clase de personas merecen un trato mejor que las primeras.

AMLO dice que ?las industrias de la cultura?son generadoras cada vez más importante de empleos, inversión e ingresos fiscales? y? representan en México un porcentaje elevado del Producto Nacional Bruto?. Para sus colaboradores esas labores y oficios son tan o más productivos y meritorios que cualquier otro. Esto es falso. La mejor prueba de que la cultura, como la visualiza AMLO, no es tan productiva como las otras actividades, es que necesita de ellas para sobrevivir. Por último, AMLO considera que la radio y televisión cultural no sólo es ?una inversión prioritaria para el Estado? (sino)? una de las razones de ser del Estado.? Esta postura, aparte de fantasiosa, olvida que el primer deber y la razón de ser del Estado es proteger la integridad y seguridad física de sus ciudadanos. Mientras no cumpla esa tarea primordial, salen sobrando todas las razones secundarias que se le quieran endilgar.

Leer más de Finanzas

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Finanzas

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 209706

elsiglo.mx