NOTIMEX
MÉXICO, DF.- El futbol abre una puerta para establecer una relación positiva de comunicación y de disfrute del tiempo libre en la familia y la relación de pareja, afirma Lucy María Redil Martínez, directora de la Facultad de Psicología de la UNAM.
En ?La Cantera? de los Pumas, la investigadora asegura que ese deporte podría convertirse en una oportunidad favorable para establecer o reiniciar lazos que en algún momento pudieron deteriorarse y lograr una relación de más intercambio con el sexo opuesto.
Por su parte, Daniel Cazés, director del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH), considera que no hay religión más importante en el mundo que el futbol, donde el balón ?es dios?. Al referirse a un estudio sobre las ligas de futbol, las cuales son escuelas de virilidad incluso aquellas en donde juegan mujeres, resalta que se trata de un deporte ?show? enardecedor de perspectivas nacionalistas, que se convierte en una fiesta de hombres y de masculinidad.
En un comunicado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se informa que en este sentido, Cázés indica que hay cuatro espacios rituales o mitos donde nos sentimos mexicanos: la bandera, el himno, la Virgen de Guadalupe y el futbol.
Asimismo, considera que ese deporte permite crear una cortina de humo frente a otros problemas sociales y es un sinónimo de guerra: son dos ejércitos de hombres que se enfrentan y es una expresión de violencia.
Por el contrario, para Rolando Díaz Loving, de la Facultad de Psicología, este juego en México ?es familiar?, al ser ampliamente difundido entre los mexicanos; además de poseer un carácter ?femenino? al tener signos de ?abnegación y aguante?.
?Vivimos el futbol de una manera tradicionalmente de cooperación, no de competencia, y esa es una de las razones por las cuales nos quedamos en el ya merito?, reconoce.
Ello, porque no se trata de aniquilar al contrario, con masculinidad competitiva, sino más bien de divertirse, pasar el rato y de convivir en comunión, añade.
Paulett Dieterlen, del Instituto de Investigaciones Filosóficas y miembro del Consejo Técnico del Club Pumas, sugiere que no se debe hiperracionalizar el juego de futbol, pues se trata de un deporte de gran belleza, por lo que no se debe llevar a otros extremos.
Como seres humanos, concluye, debemos disfrutar de ese espectáculo que ha logrado unificar a personas de distintas clases sociales y sexo.