Notimex
LOS ÁNGELES, CALIFORNIA.- Algunos líderes judíos aceptaron las nuevas disculpas del actor Mel Gibson por expresiones antisemitas durante su arresto por conducir en estado de ebriedad el pasado viernes, pero otros mostraron su ira y desencanto.
La mezcla de reacciones contra el actor y director de La Pasión de Cristo generó que algunos miembros de la influyente comunidad judía aceptarán el perdón, otros han ido de la condena hasta ofrecerle ayuda y otros hasta exigen pruebas de arrepentimiento.
La Liga Anti Difamación ADL (por sus siglas en inglés) difundió un comunicado en el que menciona que acepta el perdón porque la disculpa del ganador del Oscar a mejor director en 1995 por Corazon Valiente suena sincera.
El sábado la misma ADL había rechazado la primer disculpa que había ofrecido Gibson "por insuficiente" ya que señaló que su problema de alcohol "le había causado decir cosas despreciables que nunca ha creído".
Ahora el director de la organización Abraham Forman señaló que esta "es la disculpa que estábamos buscando y exigido tras reconocer expresiones antisemitas", apuntó.
Forman manifestó que una vez que el actor termine con su programa de rehabilitación por abuso de consumo de alcohol al que ingreso tras el incidente, "estaremos listos para ayudarle con su enfermedad de prejuzgar".
"No puedes decir ya no tomaré más, ya no seré intolerante, necesitas trabajar muy fuerte en eso y para ellos estamos listos para ayudarlo", agregó.
David A. Harris, director del Comité Judio Americano (AJC) agradeció la última disculpa, pero dijo que se reservará el juicio de ver si el actor cumple con sus palabras.
"En la tradición judía somos muy receptivos del arrepentimiento, pero el completo arrepentimiento se mide por las acciones y no sólo por las palabras, así que el resto lo veremos en meses y años", sentenció.
Ejecutivos de la industria del entretenimiento como Amy Pascal, directiva de Sony Pictures, expresó que "es increíblemente decepcionante que una persona de su estatura hable así y en especial en este momento tan sensible".
"Hacer dinero de los mismos judíos en Hollywood y luego decir que los odias y que son culpables de todas las guerras es frustrante así que mejor no debería trabajar para ellos", dijo el productor Arnold Milchan. Una de las primeras consecuencias en esta escalada generó la cancelación de ABC TV de la Disney de la miniserie sobre el Holocausto que había firmado con Gibson y que empezarían a rodar en diciembre.
"El antisemitismo no puede nacer un día y otro día ser curado y ciertamente no se puede dar a través de un comunicado de prensa", sentenció el rabino Marvin Hier decano del centro Simon Wiesenthal de Los Ángeles.
"Cuando el señor Gibson se comprometa en un esfuerzo de largo plazo para entender que la intolerancia y el antisemitismo, encontrará que la comunidad judía más que sanar le ayudara a él", aseguró.
Este día en un desplegado en Los Angeles Times, aparecido en la sección de negocios, el veterano productor Merv Adelson llamó a Hollywood a protestar contra los comentarios de Gibson.
"Vamos a sentirnos orgullosos de nuestros orígenes y no apoyar a este tipo de exabruptos de ninguna manera solo porque sea llamado una estrella. Gente como Mel Gibson nos da todos un mal nombre", aseveró.
Ari Emanuel, agente de la compañía Endeavor, una de las más importantes del mundo del cine, expresó que el alcoholismo del actor "no excusa su racismo ni su antisemitismo" y exigió a Hollywood rechazar trabajar con Gibson.
La comentarista política Arianna Huffington exigió a ICM, la agencia que representa al protagonista de Lethal Weapon, que se desentienda de él.
Tambien exigió a los estudios Disney que cancele los planes de distribución de su nueva película, Apocalypto, que filmó en locaciones en México y que tiene previsto su estreno el próximo ocho de diciembre.
La productora Laura Ziskin (trilogía Spider-Man) declaró "no tengo intención de trabajar con él en un futuro próximo" y el ex presidente de Universal Studios, Sidney J. Sheinberg, definió al actor de "idiota".
PLECA ROJA
Podría ir a la cárcel
El actor, productor y director Mel Gibson fue acusado ayer de manejar bajo la influencia del alcohol, lo cual podría costarle hasta seis meses de cárcel, informaron fuentes judiciales.
"Mel Gibson fue inculpado por conducir en estado de ebriedad", declaró el sustituto del fiscal Ralph Shapiro.
La audiencia por este caso fue fijada para el 28 de septiembre próximo en la Corte Superior de Malibú, el exclusivo balneario al oeste de Los Ángeles donde vive el actor y se produjo el sonado incidente la madrugada del viernes.
De ser reconocido culpable, el actor "podría ser condenado a seis meses de cárcel", precisó la fiscalía local.
NOTA REL
El alcohol no le da problemas en México
Mel Gibson jamás tuvo problemas de alcoholismo, mientras rodó en México durante ocho meses, la cinta Apocalypto, comentaron integrantes de esta producción.
A lo más que llegó, cuentan, es que ocasionalmente existían noches en las que salía de la casa o el hotel donde se hospedaba para comer pizza o bailar un poco en algunos antros. "Pero no tomaba, sólo una vez, de las casi diez veces que vino; se tomó una cerveza, las demás se las pasó jugando billar, enseñando a sus acompañantes cómo debía pegársele a las bolas", cuenta un empleado de un bar en Catemaco.
Los domingos, días que la producción dedicaba al descanso, Mel gustaba de ir al Café Catemaco, en el interior del hotel del mismo nombre, a planear secuencias y jugar baraja con amigos. "Comía quesadillas de carne y tomaba agua de sabores, pero jamás llegó en estado de ebriedad. Eso que me dices (el arresto en Estados Unidos) no lo sabíamos aquí, él siempre se portó como una persona amable que jugaba con los niños o se tomaba fotografías con las chavas que se lo pedían", relata uno de los meseros.
El único vicio que detectaron fue su gusto por la velocidad, la cual experimentaba a bordo de un beetle verde. Los fines de semana se le podía ver sin seguridad personal, únicamente con sus gafas oscuras, tripulando el vehículo. "Pero alcohol jamás tomaba, al menos no a la vista de todos", aseguran.
Incluso durante la fiesta de fin de rodaje, en febrero pasado, Mel se abstuvo de tomar alcohol, limitándose a dar agradecimientos a sus colaboradores. "En un momento lo vimos con una copa, al parecer de vino, pero nada más. La fiesta terminó tarde, todos terminaron mareados menos él, estaba feliz."
Cuando la producción se trasladó a Paso de Ovejas, a una hora de Veracruz, donde se construyeron pirámides, Gibson gustaba ir al Mambo Café y La Casona para ir a bailar. "Se le buscaba para ir por él, pero siempre fue sano su comportamiento, sólo bailaba y platicaba con la gente. Le gustaba hablar con chavos de la universidad, caminaba cerca del hotel donde se hospedaba, pero nunca lo vimos tomar, al menos de más. Era muy divertido", aseguran.