El Siglo de Durango
El Mercado Gómez Palacio luce distinto entre productos navideños y niños que, al estar desocupados de sus labores estudiantiles, se unen al trabajo de sus padres en los locales.
Se observa poca gente entre los pasillos, pero en algunas partes del espacio comercial ya se ve un claro amontonamiento de la mercancía, algunos olores desagradables, y en la zona de los lavaderos, un cúmulo de basura que da una imagen por demás desagradable.
Y hay contrastes entre los mismos locatarios: mientras que algunos muestran sus sonrisas ante los clientes, otros simplemente son cortantes cuando se les pregunta algo.
Hay quienes en el afán de acomodar su mercancía, incluso, responden entre dientes o evaden los cuestionamientos.
Entre la variedad de productos que se ofrecen ya también se observa la venta de música ?pirata?, que se pierde entre las tradicionales artesanías, frutas, verduras, ropa, entre otras cosas.
En la parte superior un ambiente totalmente distinto. En los comedores de la planta alta inicia el movimiento desde las primeras horas de la mañana. Aunque en una de las entradas a esa parte hay un cartelón que dice que se prohíbe el paso a menores de edad y armas de todo tipo, en su interior se pudo constatar la presencia de dos adolescentes de aproximadamente 13 años.
Los muchachos, en compañía de un adulto que ingería bebidas alcohólicas, permanecían sentados en una de las mesas de las fondas. Eran las diez de la mañana y ya se comenzaba a observar movimiento, aunque con el paso de las horas la afluencia se acrecentó.
LA REALIDAD
Con la finalidad de acrecentar sus ventas, muchos de los locatarios optan por ofertar productos de la temporada tales como heno, aguinaldos, adornos navideños. Otros, simplemente, esperan que los clientes lleguen en busca de la mercancía que tienen.
En muchos de los locales se observan niños que con cara de aburrimiento ven el pasar de la gente. No hay clases, así que ahora son parte del entorno del mercado. Muchos de los infantes hacen tareas menores en los espacios comerciales, otros simplemente ven televisión pero es inevitable que utilicen la ocasión para jugar y correr de un lado para otro.
Miguel Ángel Soto Luna trabaja en este lugar desde hace más de 15 años. Su oficio es fabricar artesanías. En especial son los ?paisanos? los mejores clientes en esta época decembrina, pues les hace llaveros conforme a su gusto, pero en esta ocasión no ha visto muchos ?mojados? por su local.
A su lado, un niño comiendo una gordita. Explicó que estaba allí porque en la casa se aburre, así que no queda más remedio que tenerlo en el puesto para que cambie un poco la rutina.
Con casi 30 años de vender en el mercado, Rodolfo Nevárez platicó que este tiempo de vacaciones de fin de año no ha sido del todo favorable en las ventas. Ya no es como antaño. Se dedica a vender herramientas y consideró que las grandes tiendas que hay en la capital provocan que la gente ya no busque mucho estos instrumentos.
Comentó que los hijos de los locatarios tienen que estar en el mercado, que ya están acostumbrados a que correteen por todos lados, pues es imposible que no se diviertan.
LOS PROBLEMAS
Antonio Murguía Corral, administrador del Mercado Gómez Palacio, reconoció que hay amontonamiento de los comerciantes. Y es que son poco más de 450 locales fijos y 100 más informales, o sea, que se ponen en los pasillos o que se instalan en determinadas temporadas.
?En ocasiones se ve sobrepoblado el mercado por los informales. Esto implica la falta de venta del mercado, la gente se desespera y se sale a la calle. Nosotros tratamos de controlar para que esto no suceda. Es una lucha permanente por esto?, aludió.
Se ha trabajado en el mantenimiento del edificio del mercado; sin embargo, las necesidades son muchas y los recursos no son suficientes.
En coordinación con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se ha atendido el tema de la conexión de la luz con los locatarios, pues durante muchos años estuvieron ?colgados? y esto implicaba un riesgo.
?La inquietud es de ir resolviendo los problemas poco a poco. Se invitó a la CFE para que hiciera supervisiones técnicamente autorizadas. Así lo hicieron en este año para revisar las conexiones eléctricas. Vinieron, cancelaron una gran parte de la gente que estaba ?colgada? y se les conminó a que hicieran un contrato formal?, relató con el dicho de que todavía siguen los trabajos de esta índole.
?La construcción de este tipo a veces resulta insuficiente para las necesidades de los locatarios, esto va rebasando las posibilidades de darles respuesta. Los locatarios hacen de sus locales que tienen arrendados y que son propiedad del Municipio las adecuaciones que ellos consideran, a veces sin permiso ni autorización de la Administración?, reveló.
ASPECTO NEGATIVO
Unido al mal carácter que muestran algunos de los locatarios, en el mercado la mezcla de olores en ciertas partes es muy desagradable.
Por la entrada de la calle Patoni en estos momentos hay varios puestos con venta de productos navideños que obstaculizan el libre transitar. Al respecto, Murguía Corral mencionó que no está facultado para retirarlos sino más bien es tarea de los inspectores municipales, ya que se encuentran en la vía pública.
En donde están los lavaderos, por esa misma entrada, también se observaron montones de basura. El Administrador del Mercado especificó que la Dirección de Servicios Públicos Municipales sí les apoya con la recolección de los desechos, pero en esta temporada tienen una intensa carga de trabajo y eso ha retrasado la periodicidad con la que pasan.
?Como hay venta de flores, de juguetes, se empieza a acumular la basura que se va rezagando más allá de las posibilidades de recolección, pues se genera un conflicto?, citó.
Respecto de los comerciantes que invaden la entrada por Patoni, enunció: ?No tengo manera de quitarlos de allí, solamente los inspectores municipales. Les hemos pedido que vengan para que los quiten porque están estorbando y eso demora más las maniobras del camión de la basura?.
Detalles
Tradición que se conserva
-El edificio del Mercado Gómez Palacio data de 1881.
-Las instalaciones eléctricas, desde su fundación, no habían tenido modificaciones sustantivas y ya resultaban obsoletas.
-Se mantiene monitoreada la planta alta, donde se ubican comedores con venta de bebidas alcohólicas.
-Son aproximadamente 40 negocios en la parte superior del mercado.
-Conforme lo dijo el Administrador del Mercado, no se ha comprobado la presencia de sexoservidoras en estas fondas.
-El mercado se fumiga anualmente y se mantiene libre de plagas.
-La propia autoridad ya ha detectado que existe divisionismo entre los locatarios, lo cual no permitía la unificación para la consolidación de proyectos participativos, entre otros.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.