Berlín, (EFE).- Una familia mexicana, con un hijo discapacitado de 20 años, pudo ver el partido que enfrentó a las selecciones de Portugal y México en Gelsenkirchen, gracias a la intervención de la policía alemana.
La familia mexicana, formada por cinco miembros, estaba alojada en un hotel en la localidad de Mülheim del Ruhr y había comprado entradas para el encuentro.
Por una curiosa similitud en el apellido, el recepcionista del hotel entregó por equivocación las entradas del partido a una mujer que no formaba parte de la familia y que también se alojaba en el hotel.
La mujer se llevó las entradas a su habitación y las tiró al basurero pensando que se trataba de publicidad.
Un hombre, cuya identidad se desconoce, visitó en la habitación a la mujer que había cogido por equivocación las entradas, descubrió los boletos en la basura, se los quedó y los vendió posteriormente.
Cuando la familia mexicana acudió a recepción a recoger las entradas para el partido, se descubrió la equivocación.
La familia mexicana llamó desesperada a la policía en busca de ayuda y los agentes lograron que sus cinco miembros pudieran llegar puntualmente al partido aunque no tuvieran las entradas.
La policía alemana ha abierto una investigación para esclarecer lo ocurrido y averiguar quién es el misterioso hombre que vendió las entradas de la familia mexicana.
