México, (EFE).- México celebra el bicentenario del nacimiento de Benito Juárez, uno de los presidentes más reconocidos de la historia de este país y prototipo del éxito y las oportunidades que representa la educación.
Reconocido como uno de los constructores del Estado mexicano moderno al promover la Constitución de 1857 y promulgar las Leyes de Reforma que separaron a la Iglesia del Estado, Juárez ha sido una figura controvertida que es admirada y odiada por igual.
Juárez nació el 21 de marzo de 1806 en Guelatao (Oaxaca), cuidó borregos en su infancia y fue analfabeto hasta los 15 años.
Una vez superadas sus carencias educativas, estudió abogacía, fue gobernador de Oaxaca (1847), ministro de Justicia (1855) y de Gobernación (1857) antes de llegar a la presidencia por primera vez (1858-1861).
El mandato presidencial de Juárez estuvo marcado por las Leyes de Reforma, que establecieron la independencia del Estado respecto de la Iglesia, el matrimonio y la expropiación de los bienes de la Iglesia a favor de la nación.
La figura histórica de Juárez creció durante la intervención francesa que se inició en 1863 y el llamado segundo imperio mexicano encabezado por el austríaco Maximiliano de Hasburgo, quien gobernó con el respaldo de los conservadores y el ejército francés.
Juárez ordenó el fusilamiento de Maximiliano (1867) a pesar de las peticiones de clemencia recibidas y volvió a asumir la presidencia de México hasta su muerte el 18 de julio de 1872, en su habitación del Palacio Nacional.
Ensalzado por unos y repudiado por otros, su figura ha sido objeto de una reciente revisión en el libro "Benito Juárez, una visión crítica en el bicentenario de su nacimiento" (2006) del historiador y abogado José Manuel Villalpando.
El historiador abunda en esta obra sobre un Juárez defensor del liberalismo, promotor del libre comercio y del ingreso del capital extranjero, ideas todas que equipara a las que defiende el actual presidente mexicano, Vicente Fox.
Para Villalpando, la ideología de Juárez lo convertiría en un militante del Partido Acción Nacional (PAN), una formación que al menos en teoría nació para combatir el liberalismo y la ideología juarista.
"Fue el primer modernizador de la nación, promulgó las Leyes de Reforma, venció a los conservadores, derrotó a la intervención francesa, ejecutó al emperador que usurpó la soberanía nacional, impuso un gobierno de libertades", apuntó.
Pero también se perpetuó en la silla presidencial y, aunque preservó la independencia, la arriesgó al buscar el apoyo de Estados Unidos. Defendió celosamente la Constitución pero quiso reformarla a su antojo, agregó.
"El programa económico de Juárez fijó al Estado mexicano en un rumbo liberal como el que impusieron los presidentes Carlos Salinas (1988-1994), Ernesto Zedillo (1994-2000) y Vicente Fox (2000-2006), es decir apenas estamos viviendo lo que Juárez defendía", señaló.
Villalpando advirtió que otro de los mitos en torno a Juárez es su supuesto indigenismo, pues en sus memorias se relata cómo dejó atrás sus orígenes y mentalmente "dejó de ser indio para convertirse en ciudadano".
"En 1855 promulga como ministro de Justicia la 'Ley Juárez', que establece la igualdad ante la ley de todos los mexicanos. Una de las cosas que aniquila es la antigua protección a los indios a los que equipara con los blancos ante la ley", explicó el historiador.