Una de las explicaciones más importantes del desarrollo del rotarismo a nivel internacional y su gran impacto entre grupos marginados, ha sido indudablemente la misión sublime del servir.
En este año rotario especialmente como en ningún otro año, el presidente internacional, Sr. Carl Wilhelm Stenhammar nos ha pedido a todos los rotarios del mundo volver a nuestras raíces; es decir continuar en la gran obra de servicio que a través de los primeros 100 años de Rotary International se desarrolló en beneficio de las clases más desprotegidas. Muy especialmente con todos los recursos humanos y materiales que se emplearon en el combate a la desnutrición y las enfermedades, el ataque a la pobreza extrema, la promoción de la alfabetización y el apoyo en todos los sentidos a los proyectos educativos. Sin faltar la preservación de nuestro medio ambiente, y la purificación y uso del agua para consumo humano que nos asegura un hábitat saludable para la vida en cualquiera de sus formas.
"Dar de sí, antes de pensar en sí", es el lema del año que vuelve a ser insignia de todos los proyectos y programas en cientos de países en donde actúan los rotarios, se vuelve a dimensionar con todo lo que este lema significa la vocación ineludible del servicio de nuestros clubes y sus socios.
Entramos a un nuevo año, el año 2006, pleno de sueños y promesas, en pos de tener una comunidad mejor y más solidaria; tenemos nuevos dirigentes civiles en nuestro Estado y en nuestra ciudad y los organismos representativos de las sociedades organizadas tanto de empresarios como de voluntarios por el bien común -ahora conocidos como ONG (Organizaciones no Gubernamentales)-, en conjunto con sus autoridades planean grandes proyectos para una ciudad joven y progresista como lo es Torreón.
En este año 2006 cumplirá 99 años y en el umbral de su centenario, la meta es alcanzar el sitio preponderante que tuvo desde su fundación en el centro-norte del país en el año 1907 en que fue declarada ciudad después de haber ostentado el nombre de la Villa del Torreón.
Concientes ahora que el trabajo por venir a unos en el gobierno y a otros en los organismos intermedios para alcanzar los propósitos debe ser en conjunto, con el mismo propósito y los mismos fines, para asegurar el éxito. Torreón y la Comarca Lagunera lo merecen las generaciones venideras nos juzgarán.
Gabriela Mistral, la gran escritora y humanista chilena, en uno de sus poemas más afortunados trascribe en esta prosa ese anhelo por servir:
"Toda la naturaleza es un anhelo de servicio. Sirve la nube, sirve el viento, sirve el surco.
Donde haya un árbol qué plantar, plántalo tú. Donde haya un error qué enmendar, enmiéndalo tú. Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, acéptalo tú.
Sé, el que apartó la piedra del camino, el odio entre los corazones y las dificultades del problema.
Hay la alegría de ser sano y ser justo; pero hay sobre todo, la hermosa, la inmensa alegría de servir.
Sé tú el que sirve. El servir no es una faena de seres inferiores.
Dios que da el fruto y la luz, sirve. Pudiera llamarse así: ?El que sirve?".
Y tiene sus ojos fijos en nuestras manos y nos pregunta cada día: ¿Serviste hoy?
"Dar de sí antes de pensar en sí".
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