(Cuarta parte)
El tratamiento del Sida en el tiempo actual se hace a base de medicamentos llamados antiretrovirales, reciben este nombre porque el virus del Sida pertenece a la familia de los retrovirus.
Las grandes compañías farmacéuticas internacionales y los centros universitarios que están a la cabeza en investigación para enfermedades infecciosas, han invertido muchísimas horas y millones de dólares en investigación en los últimos 20 años, tratando de encontrar el fármaco ideal para curar la enfermedad. Hasta el momento únicamente han logrado mejorar la calidad de vida del enfermo y retardar la muerte por períodos de 12 a 15 años con lo que se llama: ?La terapia triple antiretroviral?; basada en la toma de dos medicamentos que inhiben una enzima del genoma llamada la transcriptasa inversa; los más usados son: zidovudina y la lamivudina y se agrega un medicamento inhibidor de proteasas que es otra enzima del genoma que le permite al virus multiplicarse en la célula parasitada. Hay varios medicamentos de este tipo, los más conocidos son el ritonavir y el indinavir.
Desgraciadamente tiene efectos colaterales muy importantes en la médula ósea provocando anemia y leucopenia (baja importante en los glóbulos blancos), pancreatitis (inflamación grave del páncreas), miositis (inflamación de los músculos), hepatitis (inflamación importante del hígado) y piedras en los riñones, de tal manera que deben de ser prescritos bajo estricto control de un médico experto en la enfermedad, descontinuarse de ser preciso por estos efectos o falta de efectividad del esquema y cambiar a otro que pueda ser efectivo.
Los costos de los medicamentos son prohibitivos para cualquier tipo de paciente en forma privada ya que van de los 25 mil a los 30 mil pesos mensuales, al sector salud la venta es más barata con costo aproximado de siete ml pesos mensuales. Pero debemos tomar en cuenta que el tratamiento es de por vida y con un buen control durará hasta más de diez años.
El gasto económico de la enfermedad no termina ahí, las pruebas de laboratorio son muy caras (Elisa, Western Blot, CD4, Carga Viral, Etc.) de mil a dos mil pesos cada una de ellas y se tienen que realizar periódicamente para conocer la evolución del sistema inmune del paciente.
Algunos de estos medicamentos los tiene la Secretaría de Salud y los prescribe a pacientes de escasos recursos económicos en forma gratuita, bajo control de un médico internista, personal de enfermería, psicología y trabajo social. Aquí en la ciudad contamos con una unidad especializada en tratar este tipo de enfermedades, localizada en la colonia División del Norte llamada UNEME (Unidad Médica Especializada) que se rige bajo un programa denominado: CAPASITS (Centro de Atención a Pacientes Ambulatorios de Sida y Enfermedades de Transmisión Sexual), en la actualidad tratan a 60 pacientes; el IMSS y el ISSSTE protegen también a sus derechohabientes con los fármacos (cuando los hay) y la hospitalización de ser necesario.
Mención aparte en costos tiene las enfermedades oportunistas infecciosas, especialmente del aparato respiratorio y para las cuales hay que dar tratamientos preventivos también de por vida, cuando los conteos de Cd4 son muy bajos.
Los rotarios del Club Rotario de Torreón hemos apoyado a varios enfermos con sus pruebas para diagnóstico especialmente en estudios de imagen como son tomografías computarizadas, resonancia magnética nuclear y ultrasonidos y en ayuda para gastos de hospitalización para aquéllos que no tienen cobertura por las grandes instituciones de salud.
Otros apoyos se han dado a familias por medio de la Tanatología y el asesoramiento psicológico para que sepan convivir con un enfermo de Sida en casa, ya que este acontecimiento trastoca completamente la dinámica familiar.
En los programas de ayuda a la comunidad mundial, el rotarismo tiene programas muy importantes dedicados a los huérfanos del Sida (generación perdida), especialmente en Sud-África, que en el tiempo actual tiene más de 12 millones de niños. Varios clubes rotarios de los EUA y Canadá mantienen programas dedicados a ellos como orfanatorios, escuelas especializadas en donde se les enseña a prevenir la enfermedad y en otros casos a llevar su tratamiento; comunidades completas que con mujeres sobrevivientes a esta epidemia adoptan a los niños para su crianza y en algunos sitios clínicas pediátricas fundadas con subvenciones compartidas por los rotarios. Una labor muy sublime para este terrible mal.
?SEÑALEMOS EL RUMBO?.
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