Guadalupe Loaeza, compañera de páginas editoriales, celebró hace unos días la llegada de su nietecita. Me alegró saber que la pequeña se llamará María, porque es el nombre que me gusta más. Habría yo querido que el mío fuera Mariano, pues mariano soy y Mariano se llamó mi padre, pero en la víspera de darme a luz mi mamá vio la película "Camille", de Greta Garbo, y el galán se llamaba Armando. Por eso llevo tan gerundio nombre.
No hay otro más hermoso que María. Ya lo dijo Francisco Luis Bernárdez en estos cuatro versos que envío de regalo a Guadalupe y a su nietecita:
"... Si el mar que por el mundo se derrama / tuviera tanto amor como agua fría, / se llamaría por amor María / y no tan sólo mar como se llama...".
Felicidades, y sea María igual que su abuela Guadalupe: sensible, idealista, alegre y llena de amor a los demás.
¡Hasta mañana!..