Don Manuel González Caballero estaba cerca del cielo por su alta estatura, y estaba cerca del Cielo por su bondadoso corazón.
Era hombre sabio y sencillo. La sencillez acompaña siempre a la sabiduría verdadera. Para todos tenía una cordial palabra, y sin alardes dispensaba su amable magisterio.
Sabía de beisbol don Manuel González Caballero. Yo escuchaba por radio sus reseñas, y aquello era mejor que hallarse en el estadio.
Entre las muchas cosas buenas que Monterrey me ha dado me dio la amistad de este señor que era todo nobleza y todo señorío. Conservaré su recuerdo igual que conservo su enseñanza: con gratitud y afecto.
¡Hasta mañana!..