Esta mujer es india zapoteca.
Es, por lo tanto, tres veces hermosa: por zapoteca, por india y por mujer.
Esta mujer lleva en sí el profundo misterio de su raza. Es increíble ese misterio, por eso hay que creer en él. Se inclina esta mujer sobre un botón de rosa y le dice en silencio unas palabras. Entonces el botón se abre y se convierte en rosa.
Yo no he visto eso, pero otros lo han mirado y me lo han dicho. No me sorprendo, porque lo mágico nunca me sorprende y porque sé que toda mujer es mágica. Todas pueden hacer que con su voz se abra una flor, sobre todo esa desconcertada flor dispuesta siempre a abrirse, el corazón del hombre.
¡Hasta mañana!..