Me habría gustado conocer a Víctor Hugo. Usaba de grandilocuencia hasta para pedir que le pasaran el salero. Y sin embargo a veces era más grande que sus frases.
Una en particular me gusta. Alude al versículo 35, capítulo 11, del evangelio de San Juan, el versículo más corto de la Biblia: "Jesús lloró". Y dijo Víctor Hugo: "Jesús lloró. Voltaire sonrió. De esa divina lágrima de amor y de esa humana sonrisa del humor está hecha nuestra civilización".
Amor... Humor... No son mala combinación. Quien mucho ama y mucho ríe está cerca de eso que nos parece tan lejano: la felicidad.
¡Hasta mañana!..