El arquitecto Héctor Benavides, de Monterrey, es a mi juicio el modelo de buen comunicador. Puede ponerse como ejemplo a quienes ejercen el periodismo por televisión. Su excelente trabajo es una cotidiana cátedra de libertad, de verdad, de responsabilidad... En esos valores, entiendo, se ha de fincar la tarea de la comunicación.
El arquitecto Benavides se ha ganado la admiración y el respeto de la gente. Más importante aún: ha conquistado su cariño. Sin alardes, con sencillez modesta, sin afán nunca de lucimiento personal, este hombre por tantos conceptos merecedor de elogio se ha convertido en eso que ahora llaman "un ícono" de la comunidad a la que sirve. En él encarnan los valores de su ciudad y de su estado: llaneza, trabajo, honestidad, hombría de bien.
La Universidad Autónoma de Nuevo León rindió ayer homenaje al arquitecto Benavides por sus 45 años de ejercicio profesional cumplido con dignidad y entrega. Al reconocimiento de su Alma Mater no puede compararse el mío, tan pequeño, pero lo pongo aquí como muestra de gratitud por todo lo bueno que el arquitecto Benavides nos ha dado a todos al dar a los suyos lo mejor de sí.
¡Hasta mañana!..