Me habría gustado conocer a Vernon Noble, un escritor inglés. Poco antes de morir escribió unos renglones:
"Me gustaría que el día de mi muerte se dijera esto de mí:
Quiso a los niños. Le gustaron los perros y los gatos.
Buscó la belleza en todas sus formas: un rostro, un cuerpo,
una pintura, un poema, el color y textura de las nubes...
Jamás sintió temor del verbo "amar", y lo conjugó
quizás con demasiada frecuencia, aunque jamás en modo suficiente,
pero eso sí: con pleno significado en su momento.
Sufrió las penas que en el mundo hay, y desmañadamente
trató de aliviarlas en su prójimo. Aprendió a perdonar a los demás,
y aprendió también a perdonarse a sí mismo.
Quizá perdió en el juego de la vida, pero lo disfrutó con plenitud.
Y -sobre todo- siempre supo que junto a Él estaba Dios...".
Me habría gustado conocer a Vernon Noble. Quizá perdió en el juego de la vida, pero lo comprendió muy bien.
¡Hasta mañana!...