Me habría gustado mucho conocer a aquella actriz de Hollywood. Todos ponían en duda su calidad de actriz, de modo que se inscribió en el prestigiado Actors Studio para tomar clases de actuación.
-No le servirán de nada -comentó Billy Wilder, famoso director-. Yo preferiría que tomara clases de maquinista de tren, a ver si de ese modo aprende a ser puntual.
Y es que esa actriz siempre llegaba tarde a la filmación.
-No es que yo sea impuntual -se defendía-. Lo que pasa es que todos tienen demasiada prisa.
Se llamaba Marilyn Monroe, adorable mujer, y desdichada. Quién sabe por qué, si no tenía prisa, se fue tan pronto de la vida.
¡Hasta mañana!..