Éstas eran dos líneas paralelas.
Las líneas paralelas, según saben muy bien los matemáticos, jamás pueden juntarse, ni aun que se prolonguen hasta el infinito.
Pero la mayor parte de los matemáticos sólo saben de matemáticas, y de otras cosas nada saben. Por eso ignoran que las líneas paralelas de mi cuento se miraron un día, y esa mirada las unió para siempre. Van cada una por su lado, es cierto. Parecen líneas paralelas. Pero en verdad van estrechamente unidas.
Así juntas irán ya para siempre, y unidas llegarán al infinito, pues una sola mirada basta a veces para juntar dos seres -aunque sean dos líneas paralelas- hasta la eternidad.
¡Hasta mañana!...