Hoy es el día de las madres.
De todas las madres.
Porque hay madres que sin haberlo sido en cuerpo son madres en espíritu. Para mí fue una madre la señorita Petrita, angelical maestra mía de primer año de primaria. Para muchos fue una madre sor Emilia, que a tantos enfermos prodigó sus dulzuras y su amor. Y fue una madre mi tía Crucita, que en cada sobrino tuvo un hijo a quien amó con ternura maternal.
Ser madre es don precioso. Misterio grande hay, prodigio de la vida, en la maternidad del cuerpo. Pero las madres que lo son del alma deben tener también su día.
Éste es el día.
El Día de las Madres.
¡Hasta mañana..!