Este año quizá no parirán las cabras del Potrero, o parirán muy pocas. Ninguna seguramente cuateará; es decir, ninguna tendrá dos crías.
Desde hace varios meses no ha llovido. El campo está sin hierba. Las cabras saben que sus hijos no tendrán alimento asegurado, y se abstienen entonces de tenerlos.
Profunda sabiduría hay en la naturaleza. Si los hombres nos rigiéramos por la sapiencia de la vida no pondríamos en peligro nuestro mundo. Pero somos soberbios, y nuestra arrogancia nos va llevando camino de la destrucción.
No tenemos la humilde sabiduría de la cabra.
¡Hasta mañana!..