Dice la noche: "-Hasta la noche?, y deja el sitio al nuevo día.
¡Qué día tan nuevo es este día! Los pinos se desperezan, y al estirar sus ramas dejan caer una mínima lluvia de rocío. Sobre la plana azul del cielo dos cuervos hacen caligrafía en tinta negra. Muy a lo lejos el humo de una chimenea es vaho de jacal que tirita en el frío mañanero.
Pasé la noche en la cabaña de la sierra. Subir a lo alto me enaltece. Aquí las estrellas pueden tocarse con los dedos. No quiero alzar la mano por encima de mi cabeza, pues veo pasar la cintilante luz de un jet y temo derribarlo.
A solas con la noche y el día, con las estrellas tan cercanas y el jacal tan lejano, con las cosas que cuentan; aquí, a solas con mi propia compañía, no me perturban ni me inquietan las cosas que suceden. ¿Quién es capaz de devaluarme esta montaña, este cielo con cuervos, el humo de la cocina campirana, el pan sencillo que da Dios?
¡Hasta mañana!..