Si se me permitiera la osadía de añadir una más a las ocho bienaventuranzas del Señor, yo añadiría ésta:
"Bienaventurado el que nos hace sonreír".
Ayer iba en mi coche y vi una camionetita de modelo atrasado, pero muy limpia y bien cuidada, que tenía en la ventanilla trasera este letrero: "¡Tan buena que estoy, y este gacho me quiere vender!".
No pude menos que sonreír al ver ese ingenioso anuncio. Aquí le doy las gracias al que lo puso ahí, pues también puso en mi rostro una sonrisa.
Bienaventurado sea.
¡Hasta mañana!..