HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO
El Señor llamó a la abeja y a la hormiga y les dijo:
-Ustedes trabajarán. El trabajo será el principal objeto de su vida. Tú, abeja, te afanarás para hacer en tus panales cera y miel. Y tú, hormiga, colmarás tus graneros con fatiga. Nunca tendrán reposo en la faena. Y otra tarea tendrán aparte de ésas: servir de inspiración a moralistas, que las pondrán de ejemplo a los demás.
La abeja y la hormiga se miraron, consternadas, y luego clamaron a una sola voz:
-¡Señor! ¡Mándanos que trabajemos sin descanso! ¡Envíanos toda suerte de agobios y penalidades! ¡Pero de los moralistas líbranos, Señor!
¡Hasta mañana!..