Jean Cusset, ateo con excepción de la vez que oyó el "Gloria" de Vivaldi, dio un nuevo sorbo a su martini -con dos aceitunas, como siempre - y continuó.
-Se dice que el soneto más bello es el que posiblemente escribió fray Miguel de Guevara en el siglo diecisiete, aquél que dice: "No me mueve, mi Dios, para quererte...". Poema del perfecto amor a Cristo es ése, en que se le ama por Él mismo, por la piedad que inspira su crucifixión, y no por la esperanza del cielo o por el miedo que el infierno inspira.
-En mis lecturas orientales encontré un poema muy parecido -siguió diciendo Jean Cusset-. Lo escribió una mujer arábiga de nombre Rabbia, que era esclava. Poema místico es también ése, y dice así: "Señor mío: si te sirvo por miedo al infierno, arrójame en él; si lo hago por la esperanza en el paraíso, exclúyeme de él. Pero si te amo por ti mismo, entonces no me prives de tu eterna belleza".
-Este poema se compuso el año 800 -dijo Jean Cusset-. Está dedicado a Alá. Con la misma belleza otros pueden alabar a Dios, aunque su Dios no sea el nuestro.
Así dijo Jean Cusset. Y dio el último sorbo a su martini, con dos aceitunas, como siempre.
¡Hasta mañana!..