Don Abundio es muy sabio: habla muy poco. "El silencio es tan valioso -opina- que sólo hemos de hablar para decir cosas que valgan más que él".
Rosa Celia, su hija mayor, tuvo dos pretendientes cuando joven. Uno era rico, pero flojo. El otro era muy trabajador, pero también muy pobre. La muchacha le preguntó a su padre a cuál de los dos debía dar el sí.
-Cásate con el pobre -le aconsejó don Abundio-. El pobre que es trabajador va para rico; el rico que es holgazán va para pobre.
Don Abundio es muy sabio. Habla muy poco. Pero cuando habla mejora el silencio.
¡Hasta mañana!..