Don Arsenio, pastor de cabras en el Potrero de Ábrego, tiene 85 años. Quedó viudo en febrero pasado, y acaba de casarse por segunda vez.
En las pláticas de cocina las mujeres lo critican. ¿Casarse así, tan pronto? En la tienda del rancho los hombres se ríen de él. ¿Casarse así, tan viejo?
Don Arsenio me dice:
-Es muy duro vivir sin tener una mujer a tu lado. Ha de ser más duro todavía morir sin tener a tu lado una mujer.
Yo lo entiendo. Sin una mujer la vida es poca vida. Sin una mujer la muerte debe ser más muerte.
¡Hasta mañana!..