Le dijo Hu-Ssong a su discípulo:
-Imagina que alguien rifara un bien muy grande. Tan grande es ese bien que hay trescientos millones de boletos en la rifa. Tú tienes un boleto, y eres tan afortunado que entre trescientos millones de personas eres el ganador. ¿Qué harías con ese bien?
Respondió el discípulo:
-Procuraría usarlo de la mejor manera posible para hacerme merecedor de haber sido yo quien lo ganó.
-Muy bien -dijo Hu-Ssong-. En una eyaculación humana hay trescientos millones de espermatozoi-des. Eso quiere decir que hay en ella trescientos millones de seres humanos en potencia. Entre todos ellos solamente tú obtuviste el bien precioso de la vida. Esa es la rifa más importante de todas, y resultaste el ganador. Lo menos que puedes hacer es merecer el bien que recibiste.
El discípulo entendió lo que le decía su maestro. Fue a vivir su vida en el bien, para merecer el bien de la vida.
¡Hasta mañana!..