Historias de la creación del mundo
Dijo el Señor al hombre:
-Voy a concederte la gracia que me pides. Pero con dos condiciones: no podrás tenerla toda, y tampoco podrás tenerla siempre.
Preguntó el hombre:
-Entonces, Señor, ¿cómo tendré esa gracia?
Contestó Dios:
-Será tuya únicamente en parte. Y no gozarás de ella en forma permanente: la disfrutarás sólo en pequeños ratos.
El hombre no se opuso al designio de su Creador. Sabía bien que no merecía a plenitud aquella gracia. La aceptaría así, aunque no se le diera totalmente, y aprendería a disfrutar los instantes en que esa gracia descendiera a él.
Sólo entonces el Señor dio al hombre la gracia que pedía: la felicidad.
¡Hasta mañana!..