LOS CASINOS EN TORREÓN
Como la humedad penetra los muros hasta derrumbarlos, de igual manera los laguneros hemos venido viendo cómo las casas de juegos y maquinitas se van entronizando en nuestra Comarca.
En una región que fue para el país entero y por muchos años, ejemplo de esfuerzo, trabajo y de superación frente a la dureza de la naturaleza que nos negó lo que a otras regiones de México les prodigó en demasía, los ?Casinitos? se han venido abriendo e instalando ante la indiferente mirada y la abierta complicidad de todas las autoridades a sus tres niveles de Gobierno.
Los empresarios de estos negocios han encontrado en estas nobles tierras, un campo propicio para sus fines. Nadie sabe quiénes son estos personajes de las maquinitas. Su origen es desconocido para todos nosotros. No tienen cara y más parecen espectros intangibles y nebulosos. Todos quisiéramos saber a quiénes representan y quiénes los protegen como para que puedan ostentarse a plena luz del día y frente a la comunidad en donde operan.
Nadie ha tenido hasta ahora, la curiosidad de calcular el monto de los millones de pesos que diariamente son sustraídos de los bolsillos de los laguneros, como si se tratara de enormes aspiradoras eléctricas. Nadie sabe a ciencia cierta a dónde van a parar esos millones de pesos que día con día salen de nuestra región para ir a enriquecer a esas empresas sin rostro.
Nadie ha sabido informar a la sociedad, si esos desplumaderos pagan algún impuesto que venga a beneficiar las finanzas del Municipio. Se desconoce si cuentan con algún permiso expedido por la Secretaría de Gobernación. Lo que sí es una certeza, es que con las maquinitas elementales, desecho de otras plazas extranjeras, se hipnotiza al jugador con monitos, gatos, barquitos, ruidos, campanitas y tonterías semejantes para estimular la vana e imposible probabilidad de que lleguen a ganar algunos pesos, aunque la seguridad es que siempre se perderán cientos de pesos en unos cuantos minutos.
La comunidad de Torreón tiene derecho a que la Secretaría de Gobernación y el mismo Municipio, le informe sobre estas ?aspiradoras eléctricas? de dinero mal llamadas maquinitas. Y no es que el juego y las apuestas nos asusten, pero siempre que éstas y como una contraprestación a la comunidad, lleguen a cumplir alguna función social como lo sería la derrama de impuestos.
En la ciudad de las Vegas Nevada, centro mundial del juego, las maquinitas y los casinos, es ostensible su crecimiento mediante la reinversión de los ingresos producto del juego y del turismo en la construcción de enormes hoteles, en la prestación de servicios, la presentación de grandes espectáculos, la urbanización y la creación de empleos.
Pero uno se hace esta pregunta: ¿Beneficiará en algo a nuestra comunidad este tipo de negocios?, pensamos que no. No hay hoteles, urbanización, empleos, grandes espectáculos, generación de industrias y servicios colaterales ni derrama de impuestos.
Se trata de empresas sin rostro, de origen desconocido, que como vampiros gigantes chupan millones de pesos cada día, que son el producto del trabajo de todos. Recursos que ahora más que nunca son tan necesarios para nuestro desarrollo económico como región.
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