EL SIGLO DE TORREÓN
FRANCISCO I. MADERO, COAH.- A los habitantes del fraccionamiento Pueblo Nuevo les molesta la presencia de múltiples baches en las calles que impiden la circulación regular de los automóviles además de provocar el deterioro de su placita.
A María Teresa de Jesús Salas, quien es vecina de este lugar, le disgusta la falta de compromiso de las autoridades y de la constructora que les vendió sus casas, por la falta de responsabilidad para arreglar los problemas que ahí tienen.
A ella le enoja el estado que guarda ese paseo público, ya que más bien parece un lote baldío propicio para guarecer a los malvivientes del lugar que incluso ya han rayado al estilo ?graffiti?, lo que se supone sería una caseta de vigilancia.
Basura, hierba crecida, bancas a punto de venirse abajo y árboles semisecos es la imagen que guarda este lugar. A los vecinos como a María Teresa de Jesús, les da tristeza comprobar que a las autoridades municipales les interesa muy poco rehabilitar el paseo público.
Dice que ahora hay mucha apatía entre los vecinos del lugar para acudir a la Presidencia Municipal a pedir ayuda, pues en otras ocasiones lo han hecho sin respuesta alguna.
?Ya son muchas las veces en que la gente se ha juntado para solicitar a las autoridades municipales su apoyo, pero como siempre las traían de vuelta en vuelta y con la justificación de que la constructora Talismán es la culpable porque no ha entregado la papelería correspondiente, ahora ya no quieren hacer gestiones?, aseguró la ama de casa.
La queja
A los habitantes del fraccionamiento Pueblo Nuevo:
Les molesta la presencia de múltiples baches en las calles que impiden la circulación regular de los automóviles además de provocar el deterioro de su placita.
Les disgusta la falta de compromiso de las autoridades y de la constructora que les vendió sus casas, por la falta de responsabilidad para arreglar los problemas que ahí tienen.
Les enoja el estado que guarda ese paseo público, ya que más bien parece un lote baldío propicio para guarecer a los malvivientes del lugar.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón