El riesgo de que Coahuila ocupe por segunda ocasión los titulares de los espacios noticiosos a nivel nacional es inminente. El conflicto que actualmente sostiene el Gobierno Federal con el sindicato minero hace prever enfrentamientos este primero de mayo en Monclova, sede de Altos Hornos de México.
El Gobierno de Humberto Moreira está consciente de la situación, por este motivo el lunes envió una misiva a la Federación donde le asegura que si antes del primero de mayo, cuando se renovará la dirigencia en las secciones mineras en el estado, los conflictos en el citado gremio obrero no se solucionan, la violencia podría reaparecer.
Coahuila ocupó los espacios estelares de los noticieros el pasado 19 de febrero cuando perdieran la vida 65 mineros en la carbonera Pasta de Conchos ubicada en San Juan de Sabinas, Coahuila. A partir de ese día el mal manejo de la situación por parte de las autoridades federales provocó una polarización en su relación con los sindicatos que ha generado nuevos enfrentamientos.
Desde ese día el Gobierno Federal buscó desviar la atención de una sociedad civil que buscaba respuestas sobre la tragedia ocurrida en Pasta de Conchos, para acusar a Napoleón Gómez Urrutia, líder del sindicato nacional de mineros, de manejos corruptos.
La acción fue censurada por diferentes analistas políticos, no por defender a Napoleón Gómez, sino porque era cuestionable que a punto de terminar el sexenio se iniciara una cruzada contra un líder sindical. ¿Acaso Gómez Urrutia es el único corrupto?, ¿por qué esta cruzada no inició desde que Vicente Fox tomó el poder?
Esta persecución ha derivado en amenazas de paros nacionales, el más reciente fue anunciado por el Frente Nacional en Defensa de la Autonomía de los Sindicatos a realizarse este viernes donde cerca de seis millones de trabajadores detendrán sus labores para exigir la renuncia de Francisco Salazar Sáenz como secretario del Trabajo. Esta huelga se sumaría a las estalladas el 28 de febrero de la sección 201 de Sombrerete, Zacatecas; el 24 de marzo de la sección 298 de Nacozari de García, Sonora; y la del dos de abril en la sección 271 de Lázaro Cárdenas, Michoacán.
Si los sindicatos cumplen sus amenzas, las pérdidas para el país serían millonarias. De ahí la urgencia de apostarle al diálogo y a la conciliación.
Llama la atención que tanto para Altos Hornos de México (AHMSA) como para el Gobierno de Humberto Moreira, Francisco Javier Salazar no sea la persona más idónea para mediar en el problema.
Incluso AHMSA por medio de un desplegado publicado en los principales periódicos del país, acusó al actual secretario del Trabajo, de tener intereses en desestabilizar la relación de las empresas mineras con sus obreros con el único objetivo de imponer como líder a Elías Morales. En esta misma inserción pagada la siderúrgica solicitó la intervención de la Suprema Corte de la Justicia de la Nación, para que sean los ministros quienes resuelvan este conflicto.
El desalojo perpetrado por el Gobierno Federal en la siderúrgica Sicartsa, tuvo como saldo dos mineros muertos y 112 personas resultaron lesionadas. Dichas estadísticas podrían ser mínimas en caso que estalle la violencia en Monclova, ya que AHMSA tiene 17 mil trabajadores directos, seis veces más que Sicartsa, y sus obreros están agrupados en 18 secciones sindicales, que hoy tienen dobles líderes como producto de la división perpetrada en el sindicato minero.
La torpeza y la falta de oficio político han sido las principales características del manejo hecho por parte del Gobierno Federal al conflicto minero. Es cierto, nadie debe estar por encima del Estado de Derecho, pero no es posible que se apueste a las armas y a la represión para solucionar un conflicto laboral. El fantasma de Aguas Blancas está presente, el fantasma de un enfrentamiento con fatales consecuencias en Monclova puede ser una triste realidad.
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