Una de las siamesas guatemaltecas que fue separada de su hermana falleció cuatro horas después de haber sido intervenida a consecuencia de un paro cardiaco.
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Guatemala.- Una de las siamesas guatemaltecas separadas la víspera murió horas después de la intervención quirúrgica por una falla cardiaca, informaron fuentes médicas.
Fuentes del hospital Roosevelt de la capital guatemalteca, donde se efectuó la complicada operación que duró unas 12 horas, dijeron a emisoras capitalinas que la paciente murió tras presentar un paro cardiaco.
El deceso se produjo unas cinco horas después de la intervención quirúrgica, considerada en su momento de exitosa debido a que las siamesas sobrevivieron a la cirugía para separarlas.
Las hermanas Ángela Leticia y Ángela Corina Piló Xicay, quienes nacieron el 23 de junio pasado en una localidad indígena del departamento de Sololá, fueron sometidas a una cirugía el miércoles.
Ángela Leticia y Ángela Corina, cuyos humildes padres primerizos cuentan con 20 años de edad, nacieron unidas por el hígado.
El cardiólogo Carlos Herrera, uno de los jefes del equipo de 19 cirujanos y especialistas que practicaron la intervención, dijo tras concluir la cirugía que se habían confirmado los pronósticos negativos en el caso de Ángela Corina.
Aclaró entonces que la condición de Ángela Corina era "muy delicada" y que había sufrido un paro cardiaco. "Creemos que si hay otro paro cardiorespiratorio, no va a regresar, debido a su cardiopatía".
Angela Corina, quien según las emisoras capitalinas falleció tras un tercer paro cardiaco, tenía pocas probabilidades de sobrevivir pues nació "con un ventrículo único y una aurícula única".
Este cuadro, precisó en su momento Herrera, es parte "de una malformación cardiaca muy compleja" y que "probablemente nos lleve a un desenlace fatal", pronóstico que al final se cumplió.
Guenceslao Piló y la madre de las siamesas, Leticia Xicay, siguieron de cerca todo el tiempo a las siamesas a un lado de la sala de operaciones y del Intensivo del Hospital Roosevelt, el hospital público más importante del país.
Los padres que lograron la atención de la delicada cirugía en el hospital Roosevelt, encabezan a una familia que habita en una empobrecida comunidad indígena del occidental departamento de Sololá.
Es la tercera operación de siamesas guatemaltecas, luego de dos casos que requirieron esta cirugía poco común en los años de 1985 y 2002. En el primer caso fallecieron las niñas durante la intervención.
En agosto del 2002, médicos del Hospital Mattel de la Universidad de California separaron con éxito a María Teresa y María de Jesús, conocidas como "las Mariitas", quienes habían nacido unidas por la cabeza.