Mueren de pie

Argentina vence 1-0 a México y pasa a cuartos; México por su parte repite la misma historia de siempre.

Argentina, con una obra de arte de Maxi Rodríguez que exhibirá en Berlín, venció el sábado 1-0 a México y chocará en esa ciudad el sábado con Alemania por el pase a las semifinales de la Copa del Mundo.

LEIPZIG, ALEMANIA

AP/NOTIMEX

Argentina y México dieron una verdadera cátedra de futbol, en la que los Albicelestes se colocan entre los mejores ocho del mundo.

Desde el silbatazo inicial desplegaron los tricolores un futbol ofensivo por las bandas, aunque no tan productivo.

La primera aproximación de anotación fue de los mexicanos al minuto dos, mediante un tiro de esquina por derecha que remató de cabeza Jared Borgetti, pero el remate fue desviado por la zaga argentina y el balón se fue peligrosamente por encima del travesaño.

Apenas cuatro minutos después, Pável Pardo mandó centro a balón parado desde lado izquierdo, Mario Méndez prolongó de cabeza a segundo poste para un solitario Rafael Márquez, quien remató dentro del área chica para el 1-0.

Esa anotación generó la locura en las gradas del estadio pintado de verde por los miles de aficionados, quienes previo al encuentro cantaron el himno mexicano con un gran coro que hicieron sentir a sus futbolistas como en casa.

Con un poco más de decisión se fueron los pamperos al ataque, y al minuto nueve cobraron tiro de esquina por derecha; Jared se encargó de la marca sobre Hernán Crespo, en el forcejeo bajó la cabeza y el albiceleste levantó la pierna derecha e hizo contacto con el balón para anidarlo en la meta mexicana.

Fue entonces cuando los mexicanos desarrollaron su mejor futbol en lo que va del torneo, marcaron bien, recuperaron el balón, avanzaron con buena conexión, pero les faltó el toque en el último cuarto de la cancha.

Pardo salió por lesión en la pierna izquierda e ingresó Gerardo Torrado y el equipo mantuvo su nivel. Al minuto 45 el portero Roberto Abondanzieri realizó un corto despeje para Gabriel Heinze, a quien se le fue el balón que fue recuperado por Francisco "Kikín" Fonseca, y en el avance del tricolor, el zaguero argentino cometió una fuerte barrida que le costó la tarjeta amarilla por parte del silbante suizo Massimo Busacca.

Con el inicio del segundo tiempo, Argentina incrementó ligeramente su ofensiva, mientras que los mexicanos fueron exigidos en labores defensivas.

Al minuto 56, Juan Román Riquelme mandó desde lado izquierdo un centro pasado a balón parado, y Maxi Rodríguez disparo sin colocación pero con mucho efecto que obligó a Oswaldo a sacar el balón por encima del travesaño.

Una más de Riquelme, ahora con centro a profundidad a Javier Saviola, quien disparó potente y por arriba, pero directo a Oswaldo y perdió el mano a mano al minuto 58.

El director técnico de la "albiceleste", José Pekerman, ingresó a Pablo Aimar y a Carlos Tévez, y con ello dio potencia al ataque argentino que no tuvo claridad, porque los mexicanos se multiplicaron para defenderse.

Luego ingresó al joven Lionel Messi quien no generó ningún reflejo a la ofensiva, gracias a que los mexicanos dieron buen cierre, mientras que Gonzalo Pineda, quien entró de relevo, se insipiró con túnel a Lionel Scaloni y mandó centro que Fonseca remató de cabeza, pero envió el esférico por fuera de poste izquierdo, al minuto 85.

Con la igualada a uno, ambas selecciones iniciaron el primer tiempo extra, y al minuto siete del primer periodo, 97 del tiempo corrido, Maxi Rodríguez hizo un golazo para poner a la albiceleste con el boleto a la siguiente ronda.

Juan Pablo Sorín, desde lado izquierdo, mandó centro al lado derecho para Rodríguez, quien con el pecho bajó el esférico y de volea disparó potente para que el balón centelleara con una curva que superó la estirada de Sánchez, para terminar anidándose cerca del ángulo superior izquierdo.

Despues los argentinos se dedicarona tocar el balón, a dejar transcurrir los minutos, a alejar el esférico de su área y ya sin arriesgar de más como lo hicieron en gran parte del encuentro.

Con el silbatazo final estallaron los pamperos de júbilo por la calificación a la siguiente ronda, mientras que por el lado de los tricolores sólo se vieron caras tristes, al igual que sus miles de aficionados en las gradas.

Al árbitro suizo Massimo Busacca le quedó grande al partido, sobre todo se observó con una tendencia hacia los argentinos, a los que no sancionó con tarjetas en algunas entradas fuertes sobre los mexicanos.

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