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MÉXICO, DF.- Con miedo por su salud, pero con una obsesión más fuerte por agrandar sus senos, la cantante y actriz Sabrina Sabrok mostró orgullosa sus nuevos implantes, que le dan una talla de copa 38 en triple M, con tres kilos y medio cada uno.
En entrevista la hoy conductora de televisión aceptó que es más fuerte su obsesión que su preocupación por las consecuencias de salud que pudiera tener por agrandar de manera exagerada su busto.
?Estoy consciente de los riesgos de malformación ósea e incluso de una posible afectación vertebral, pero es más grande mi obsesión por tener los pechos más grandes en silicona del mundo?, expresó.
Afirmó que gracias a estas operaciones, diez para ser exactos, hoy ?tengo más ofertas de trabajo y de propuestas para posar desnuda y en películas pornográficas?.
La modelo destacó que ahora que salga de manera completa de la convalecencia realizará una gira por diversos países del mundo, entre ellos España y Japón, para hacerse publicidad como la mujer con los senos más grandes.
Abundó que por el momento disfrutará esta nueva talla, y posteriormente, irá por la siguiente para lograr lo máximo en implantes: ?En estos momentos traigo vendado el pecho, la piel negra y amoratada, por lo que debo guardar reposo?. Destacó que a diez días de la operación tuvieron que intervenirla de emergencia porque las costuras y la cicatrización no aguantaron el peso, por lo que tuvieron que cerrar de nueva cuenta.
Resaltó que los médicos le han informado que el mayor riesgo de no seguir las indicaciones de cuidado, es que su columna vertebral llegue a presentar deformaciones y desviaciones de disco, así como un encorvamiento por cargar siete kilos en total de peso. Sabrina señaló que ésta será la talla con la que plasme la huella de su busto en el Paseo de las Luminarias el próximo 25 de febrero, para inmortalizar su proeza de implante.
Ataviada con una chamarra verde y una playera blanca con su fotografía de sadomasoquista, Sabrina Sabrok detenía con las palmas de las manos ambos senos, ya que el peso es tan grande que aún no se acostumbra a andar suelta.
