Sao Paulo, (EFE).- Una inmigrante española que se encuentra desaparecida acumuló durante por lo menos 20 años basura en su residencia, en un acomodado barrio de la ciudad brasileña de Sao Paulo, dijeron fuentes oficiales.
Al acudir las autoridades a la vivienda ante las quejas de los vecinos sobre el mal olor que expedía ésta, se encontraron con montañas de basura en todas las habitaciones y salas del inmueble.
La residencia, de unos 350 metros cuadrados, pertenece a una mujer española identificada como Violeta Martínez, de 70 años y que, según los vecinos, se vio por última vez hace unos cuatro días.
La jefa del quinto distrito de policía civil de Sao Paulo, comisaria María Aparecida Corsato, admitió que no descarta la posibilidad de que se pueda encontrar el cuerpo de la anciana sepultado debajo de las toneladas de basura que acumuló durante años.
Según los servicios sanitarios de Sao Paulo, se habían enviado a los basureros de la ciudad al menos diez camiones cargados con los desperdicios sacados de la vivienda y se calcula que los trabajos de limpieza pueden tomar hasta dos días.
En la remoción de la basura trabajan cerca de 24 basureros de la alcaldía de Sao Paulo.
En declaraciones a la Agencia Estado, Corsato afirmó que, por el comportamiento de la anciana y los testimonios de los vecinos, todo indica que la mujer sufría de algún disturbio psicológico que la llevaba a coleccionar basura en su casa.
La comisaria agregó que, por la cantidad de basura encontrada, la mujer debió acumular desechos desde hace por lo menos veinte años.
Añadió que, según algunos vecinos, como ya había llenado toda la casa de basura hasta el techo y no le quedaba más espacio, Martínez al parecer dormía dentro de un vehículo estacionado en el garaje de la residencia.
La comisaria dijo que la mujer desaparecida no tenía, al parecer, problemas económicos, pues además de la elegante residencia del barrio Itaim Bibi que convirtió en basurero particular, se encontraron en esa casa las propiedades de otros 16 inmuebles, algunos en la capital y otros en balnearios del estado de Sao Paulo.
En caso de que se le encuentre viva, Martínez podría ser procesada por crímenes contra la salud pública debido a que, por su costumbre de acumular basura, puso en riesgo la vida de los vecinos.
Según Corsato, como la anciana no sólo coleccionaba desechos sólidos, sino también restos de alimentos, la vivienda estaba infestada de ratas.
Los barrenderos que la alcaldía envió para remover el depósito particular de basuras tuvieron incluso que utilizar máscaras antigases para poder trabajar sin inconvenientes.
