Una pareja fue obligada a separarse después de que el marido ebrio, pronunció tres veces la palabra "talaq" (divorcio).
EFE
Nueva Delhi.- Las leyes musulmanas del divorcio son inflexibles en la India: de nuevo otra pareja ha sido obligada a separarse después de que el marido, en estado ebrio, pronunciase tres veces la palabra "talaq" (divorcio).
El Código Civil indio que regula las leyes de familia para los musulmanes es muy claro: la repetición tres veces en voz alta y con testigos de la palabra "talaq" es suficiente para perfeccionar legalmente el divorcio.
Eso fue lo que hizo hace poco Sheikh Ershad, un hombre de 40 años, humilde conductor de "rickshaw" (motocarro para el transporte público) de la localidad de Idgamahala, en el estado oriental de Orissa, cuando regresó a casa después de tomarse unos cuantos tragos con los amigos.
La mala suerte hizo que el "talaq, talaq, talaq" fuese escuchado por varias personas, por lo que Ershad fue obligado por el consejo del pueblo a separase de su esposa, Najma Biwi, con la que tiene tres hijos.
"Discutí con mi mujer sobre una tontería", explicó Ershad a la agencia de noticias IANS, y reconoció: "yo estaba borracho y repetí tres veces la palabra talaq".
El pobre Ershad, que no se imaginaba las graves consecuencias que tendrían sus palabras, cuenta apesadumbrado como "el Comité Local se enteró por los vecinos de lo que había ocurrido, se reunió y ha ordenado a mi esposa que tome otro marido".
La borrachera le está saliendo cara a este hombre, que ha tenido que recurrir a la Comisión Nacional de Derechos Humanos para pedir protección e impedir que otros vecinos del pueblo contraigan matrimonio con su ahora ex mujer.
Según las leyes islámicas, Biwi no puede regresar con su marido hasta que no se haya casado y divorciado de otro hombre, una costumbre llamada "Halala".
Sin embargo, Biwi ha dejado claro que no quiere separarse de su esposo, lo que no ha impedido que los vecinos hayan seleccionado ya un nuevo pretendiente para ella, que se niega a aceptar el dictamen de la sociedad.
"No voy a hacer el Halala", afirma tajantemente esta mujer, que tiene esperanzas de que el Tribunal Supremo les ayude a ella y su ex marido a conseguir justicia.
La directora de la Comisión de la Mujer estatal, Namita Panda, visitó esta semana a la pareja, a la que prometió apoyo para solucionar su situación legal, mientras que la Policía ha abierto una investigación para determinar si el divorcio se llevó a cabo o no y cuales son las medidas a tomar.
Esta no es la primera vez que un caso así tiene lugar en la India: este mes una pareja también del estado de Orissa ha conseguido volver a unirse después de permanecer tres años separada forzosamente por un "talaq" involuntario pronunciado con una alta dosis de alcohol en el cuerpo.
Nazma Bibi consiguió hace poco volver a estar casada con su marido, Sher Mohammad, después de que el comité local les obligase a separarse al considerar ilegal su unión cuando este pronunció tres veces la palabra "talaq".
Bibi, una mujer analfabeta con cuatro hijos, mantuvo durante los últimos tres años una larga batalla legal contra las autoridades locales que la llevó ante el Tribunal Superior de Justicia de Orissa y más tarde ante el Tribunal Supremo, que ha sido finalmente quien le ha autorizado a seguir adelante con su matrimonio, tal como ambos deseaban.
"El Tribunal Supremo ha salvado a mi familia y ha pedido a las autoridades que nos unan", explicó a la prensa Bibi.
Sin embargo, después de tres años de lucha contra las inflexibles costumbres sociales, la administración ha pedido a la pareja que se vaya de su pueblo y se instale en otra localidad "por su seguridad".