Roma, Italia.- El español Rafael Nadal, número dos mundial, salvó dos bolas de partido y derrotó en la final del Masters Series de Roma al suizo Roger Federer (1), por 6-7 (0), 7-6 (5), 6-4, 2-6 y 7-6 (5) en cinco horas y cinco minutos, para ganar por segunda vez consecutiva este torneo y de paso igualar el récord del argentino Guillermo Vilas de 53 triunfos seguidos en tierra batida.
Es la cuarta final de 2006 que se adjudica Nadal, quien ya ganó los torneos de Dubai, Montecarlo y Barcelona. Las dos primeras batiendo al propio Federer, la tercera al también español Tommy Robredo. Además, Nadal aumenta a 5-1 su particular récord con Federer en enfrentamientos entre ambos jugadores.
El triunfo de Nadal sobre Federer fue el más difícil que ha conseguido el español por el momento. Nadal se abona en Roma al dramatismo, a finales larguísimas y a las remontadas casi imposibles, como le sucedió el año pasado contra el argentino Guillermo Coria.
En esta ocasión levantó primero un 1-4 en contra, luego dos bolas de partido de su rival en el duodécimo juego y, para terminar, un adverso 2-4 en el desempate final.
Un partido increíble
Rafael Nadal, número dos mundial, que ayer conquistó su segundo consecutivo Masters Series de Roma al batir al número uno mundial, el suizo Roger Federer, ha calificado de ?increíble? el partido que había ganado y se ha mostrado contento de igualar el récord del argentino Guillermo Vilas en tierra batida.
?No sé si se ha tratado de una final más dura que la del año pasado (ante el argentino Guillermo Coria). Han sido sólo ocho minutos menos de partido, pero hemos disputado más juegos. Ha sido increíble, parecido al que disputé aquí en 2005, pero es más difícil jugar ante Federer, que tiene gran saque y volea?, dijo Nadal.
El manacorí indicó que ?con Coria tienes más la ocasión de jugar los puntos, con Federer, en cambio, si entra en racha te arrolla y hay que estar muy atento ante él.
?La verdad es que no sé por qué le he ganado. He jugado bien, pero podía haber perdido. Estuve a un punto de caer en dos ocasiones, en ambas el suizo falló un poco. Saqué un partido muy difícil, muy complicado. Creo que he jugado bien los puntos importantes, al final. Y, lógicamente, el factor suerte también es importante siempre?, comentó.
?Pero esto ocurre en el tenis, una vez la suerte está de tu lado y otra del de tu rival. Ocurrió el año pasado en la final de Miami a favor de Federer. Sí, ha sido un partido distinto a la final de Montecarlo de este año, más emotivo. Y es que Federer hoy ha jugado mejor que allí. Ha sido muy difícil afrontarlo. Estoy muy contento por este resultado. He puesto ímpetu, por no decir otra palabra?, añadió.
Nadal, al ser preguntado si considera que ha dado un golpe moral aún más definitivo a Federer (5-1 a su favor en enfrentamientos directos, con las tres últimas finales entre ellos ganadas), dijo: ?No lo sé. Él es muy bueno, el número uno, como mínimo uno de los mejores de la historia del tenis.
?Pocos números uno en la historia del tenis han ganado tanto como Federer, que suma siete Grand Slams, que este 2006 ha estado en siete finales ya, que lleva tantos puntos a un número dos como yo que el año pasado gané once torneos. Es un jugador superior actualmente a todos?, señaló.
El récord de Vilas, ayer igualado, es para él ?un plus de motivación tras ganar un Masters Series que me agrada. Cuando tienes la ocasión de igualarlo no debes dejarlo escapar, pues es dificilísimo que pueda darse otra vez la circunstancia de hacerlo. No creo que yo vuelva a tener una racha similar. Pero es algo en que he pensado sólo hace muy poco?.
Un récord que puede batir mañana martes en el Masters Series de Hamburgo, donde se debe medir al británico Tim Henman, pues Nadal ha asegurado ayer que irá al torneo alemán, donde se dio de baja el año pasado por un problema en una mano.
?Voy a Hamburgo, me queda ese torneo ante Roland Garros. Ahora es una locura pensar en si en París se puede llegar a una final entre Federer y Nadal. Nos queda a ambos antes este Masters Series y un duro camino en Francia?, añadió Nadal.
Otro récord igualado ayer por Nadal es el de número de torneos conquistados antes de cumplir los 20 años y que tenía el sueco Bjorn Borg en solitario con 16: ?estoy contento también de ello, pero no me puedo comparar con gente como ellos que han ganado todo, mucho más que yo?.
Algo muy similar a la proeza que protagonizó el año pasado en este torneo, cuando remontó al argentino Guillermo Coria un 0-3 en el quinto set, en el que se ha convertido en la final más larga de la historia del torneo (5 horas y 14 minutos).
Hoy sólo se consumieron nueve minutos menos, pero se igualó el récord de juegos del torneo (57, desde 1979, en el encuentro entre Vitas Gerulaitis-Guillermo Vilas).
?El Gaucho? ha visto ayer cómo el español igualaba el récord de triunfos consecutivos sobre tierra batida que estableció en 1977, con 53.
Y Nadal lo hizo en un partido que tuvo de todo: emoción, intensidad, alternativas, duración, excelentes golpes, y también errores.
Un partido que era muy especial para Federer, quizás más que para Nadal como él mismo dijo el sábado. Y es que una nueva derrota del suizo ante el español (le ha ganado en las dos finales jugadas entre ambos este año) supone un drama para el número uno mundial, ya que evidencia aún más, que el manacorí le tiene tomada la medida y comida la moral.
Sin duda, por ello, sobre la pista apareció un Federer muy concentrado, muy metido en el partido y más agresivo que en anteriores ocasiones ante Nadal. El suizo deseaba presionar rápido al rival y dejarle claro que quería más que nunca la victoria. Y se puso con un favorable 3-1, tras hacer ?ruptura? en el cuarto juego.
Nadal, preocupado en colocar el primer saque (sólo el 54 por ciento de puntos ganados con él en el primer set) para no ser castigado con el segundo, no tenía la chispa habitual y dejaba muy cortas sus bolas, facilitando el martilleo de Federer. Sin embargo, recuperó pronto su brillo habitual y devolvió en el quinto la moneda al suizo y estableció la igualada.
Se pasó a una fase con ambos manteniendo su saque, con Nadal sufriendo más y teniendo, en el duodécimo juego, que anular sobre su saque dos bolas de partido. Se iba al primer desempate de la tarde y ahí el español fue arrollado por Federer. El suizo no le dejó hacer un solo punto a su rival y se hizo con el primer set en 70 minutos.
En la segunda manga no hubo rupturas pero Federer ganaba fácil su saque (dos en blanco y uno cediendo sólo un punto) y un Nadal que lo pasaba peor para mantener el propio. En el décimo juego, pese a que el suizo seguía metiendo sus buenos primeros servicios, el manacorí restó mejor y dispuso de su primera bola de set (una hora y 49 minutos de partido).
Lo tuvo cerca Nadal, que lanzó un paralelo aparentemente vencedor sobre la subida del suizo. Pero Federer se estiró al máximo y logró una excelente volea ganadora. Tras conservar después cada uno su saque, se iba de nuevo a un desempate.
En el recuerdo estaba el 7-0 del anterior. Además pronto Federer se puso con 4-2 en lo que parecía indicar un nuevo set para el suizo. No fue así, Nadal puso su mejor tenis y remontó, primero, al 5-4 y, después, conquistó su segunda bola de set con saque de su rival. Con su servicio, el manacorí se hizo con el punto definitivo (7-5) e igualó el partido.
En la tercera manga Nadal estuvo más entero y ya dispuso de bola de ruptura en el tercer juego. No la materializó, pero sí la que tuvo en el quinto. Le bastó mantener su saque, anulando una ventaja de Federer, para hacerse con el set, por 6-4 (49 minutos), y ya ponerse por delante en el partido.
Se iba al cuarto set con un Nadal aparentemente mejor, crecido y un Federer con menor tono y más cansado por los dos duros partidos jugados en cuartos y semifinales (ambos de dos horas y media de duración).
Nadal, incluso, dispuso pronto de dos bolas de rotura del saque de Federer, pero no las certificó. El suizo empezó a ir a más, a rondar el buen nivel del primer set, y esta vez sí materializó en el cuarto juego una de las dos ocasiones de ruptura.
Estaba de nuevo en el partido y lo evidenció cerrando un fácil set a su favor en el octavo juego, con saque de Nadal (6-2). Se iba al quinto, y definitivo. Y lo más preocupante para el español, a Federer le volvía a entrar su primer saque y nuevamente peinaba líneas.
Lo evidenció seguidamente Federer, pues salvó dos bolas de rotura en el quinto juego, y en los otros anteriores en que sirvió (primero y tercero) resolvió la igualdad, con su excelente servicio. Y, en cambio, supo aprovechar la que dispuso en el cuarto. Ello situó con una clara ventaja al suizo de 4-1.
El partido parecía perdido para Nadal. Pero el español dejó claro que tiene una fuerza mental increíble y como sucedió ante Coria, superó tres juegos de diferencia, salvó dos bolas de partido, y, también como el año pasado, ganó en el desempate final, con la primera bola de que dispuso.
Nadal iguala a Vilas, se lleva su segundo torneo romano consecutivo y siembra de dudas a Federer ante la llegada de Roland Garros.