La milicia shii, un ejército fantasma, se impone en las poblaciones para evitar saqueos en los edificios destruidos por Israel.
El País
BEIRUT, LÍBANO.- Ni Baalbek, ni Qana, ni los una y otra vez bombardeados suburbios meridionales de Beirut están totalmente desiertos. La falsa impresión se despeja tras una mirada más atenta. En las callejas, entre dos casas, siempre hay un par de hombres cuyas figuras se funden con el entorno. Y sin embargo, en medio de la destrucción, esos sobrevivientes mantienen un porte aseado y maneras educadas. Son la retaguardia de Jezbolá. Los hombres que evitan los saqueos de los edificios arruinados. Tal vez los mismos que horas antes lanzaron un cohete contra Israel y que llegado el momento cogerán el Kaláshnikov para enfrentarse cuerpo a cuerpo con los soldados enemigos. Ante los periodistas, sólo dejan entrever sus walkie-talkies.
No llevan uniforme. Vaqueros y camisetas. Pantalones de pinzas y camisas abrochadas hasta el cuello. A veces, un chaleco multibolsillos. Ropa discreta, pero pulcra. Demasiado para estar en una zona de combate. Sólo las antenas de las radios que asoman de sus bolsillos indican que Abu Husein o Abu Mohamed no son simples habitantes del pueblo en el que se han quedado a guardar la casa familiar. Sus barbas, bien recortadas y no excesivamente largas, también son una pista. Conviene presentarse ante ellos. Su visto bueno es esencial para poder visitar las zonas bombardeadas. Controlan el lugar.
?Cuando estamos en el frente nos vestimos como soldados, pero en los pueblos nos ponemos ropa civil. No es razonable deambular de uniforme y con armas entre la gente?, confió hace unos días Abu Husein a un grupo de periodistas en la localidad de Srifa. Con razón, los informadores rara vez vemos hombres armados durante las visitas a los lugares atacados por Israel. Además, según describen quienes huyen de las zonas de combate, los milicianos ?llegan con una furgoneta tipo pick-up, disparan los cohetes y desaparecen?. Los israelíes se enfrentan a un ejército fantasma.
¿Cuántos son? Los medios de comunicación suelen hablar de diez mil, pero nadie sabe de dónde ha salido esa cifra. El general libanés retirado Elías Hanna considera que son ?mil combatientes experimentados, apoyados por otros tres mil hombres?. Esos datos coinciden con las estimaciones de la FPNUL (la Fuerza de Protección de Naciones Unidas para Líbano, desplegada desde 1978 en el sur del país). Preguntado al respecto, Abu Mohamed respondió: ?Tantos como ángeles hay en el cielo?.
ENORME VENTAJA
Su conocimiento del terreno les da una ventaja comparativa frente a la enorme maquinaria de guerra de su vecino. Desde la retirada de Israel en mayo de 2000, han excavado túneles que les sirven para guardar su armamento y para moverse sin ser detectados. En cualquier caso, sus células rara vez supera la docena de hombres, que a través de la radio se identifican uno a otro por números. Han dividido el sur en sectores militares; el más pequeño incluye dos o tres aldeas vecinas, en las que controlan hasta el último recoveco.
?Es gente de aquí, como yo; no hay ninguna diferencia?, responde Abdelmajid Saleh, diputado de Amal por Tiro, cuando se le pregunta cómo distinguir a los posibles combatientes. Amal rivaliza con Jezbolá por los votos shiies, pero admite que los milicianos son parte orgánica de ese tercio de libaneses que pertenecen a la comunidad musulmana shii. Abu Husein y Abu Mohamed, por ejemplo, son maestros. Uno enseñaba historia y el otro geografía en una escuela primaria. Hasta que se produjo la ofensiva israelí y la llamada a filas. Entonces, cada uno conoce su misión en la guerra, sea en el frente o en la retaguardia.
?Están organizados; vaya que si lo están?, admite una fuente médica en Tiro. El interlocutor vio cómo tras la matanza de Qana, varios de estos hombres se encargaron, lista en mano, de la entrega de los cadáveres. ?Al principio del conflicto era el Ejército o la Gendarmería el que apuntaba los nombres de las víctimas, pero ahora son los shabab quienes se ocupan?, asegura. Shabab, literalmente ?muchachos?, es una forma familiar, casi cariñosa, de referirse a los milicianos. Los que han visto los periodistas no parecen tan bisoños, aparentan entre 25 a 40 años. Tal vez los más jóvenes estén en el frente.
?A veces usan las mismas frecuencias de radio que nosotros y podemos oírles?, declaró recientemente a The Daily Star Richard Morczynski, un asesor político de la FPNUL. ?Se dicen: ?aquí hermano 13. Vamos a ejecutar la operación 7. Espero que todos estéis bien?, puso como ejemplo este observador privilegiado. ?Cuando hay un bombardeo, no tienen miedo. No se quedan sentados en los búnkeres?, añadió.
Además ?tienen fe?, apuntan todas las fuentes consultadas. Fe en su religión, pero también en que luchan por una causa justa. De ahí su entrega, su disciplina, y la admiración y el respeto que despiertan. Para buena parte de los libaneses (y cada vez más del resto del mundo árabe e islámico), los hombres de Jezbolá no son la banda de fanáticos enloquecidos que a menudo se pinta. ?No nos gusta matar?, declaraba Abu Husein. ?Miramos a todo el mundo como hermanos. Les tratamos como personas, sea cual sea su religión, pero defendemos nuestra tierra, nuestro honor y nuestra dignidad?.
?No son como la gente de Al Zarqawi; creen en Dios pero también en el ser humano?, asegura Hikmat Hreif, un habitante de Baalbek que afirma haber escuchado el último discurso de Hasan Nasralá con una cerveza en la mano. ?Son muy abiertos?, añade. Tal vez, pero de momento nadie hace una entrevista o una foto sin su permiso.
Asciende a 998 los muertos en Líbano
Al menos cinco personas murieron ayer y otras 25 resultaron heridas en un bombardeo israelí contra la localidad libanesa de Ghazie, cerca de la frontera entre Líbano e Israel, informaron fuentes policiales.
Según su relato, aviones de guerra israelíes bombardearon en dos ocasiones la localidad, en la franja central de la frontera, la tarde de ayer.
La Cruz Roja libanesa aseguró que, hasta el momento, ha sido incapaz de contactar con sus equipos en la zona por lo que no pudo dar detalles sobre el estado de las víctimas.
Según los datos oficiales del Gobierno de Beirut, al menos 998 personas han muerto en Líbano desde el inicio de los ataques israelíes, el pasado 12 de julio.
Además, casi tres mil personas han sido heridas y más de 915 mil se han visto obligadas a abandonar sus hogares.
PATRULLARÁ EJÉRCITO LIBANÉS SUR DEL PAÍS
El Ejército libanés no tiene el poderío necesario para enfrentar al israelí. No perseguirá a las guerrillas de Jezbolá ni combatirá directamente a Israel.
Sin embargo, está siendo convocado para formar parte de un contingente de Fuerzas de paz que buscará apaciguar la peor confrontación entre Jezbolá e Israel en 24 años.
La Fuerza de 70 mil integrantes se ha mantenido en gran medida fuera de los combates, aunque ha sido alcanzada varias veces por ataques israelíes que mataron a 29 soldados. A pesar de ello, podría ayudar a colocar una Fuerza entre ambos combatientes con el fin de asegurar la suspensión de la guerra.
El Gobierno libanés indicó que enviará a 15 mil soldados al sur de Líbano en cuanto se retiren las Fuerzas israelíes y el alto mando del Ejército convocó a reservistas con el fin que estén preparados para el envío de un contingente.
La idea ha causado interés en Estados Unidos e Israel y Líbano está ejerciendo presión para que sea incorporada en un borrador de la Organización de las Naciones Unidas para una resolución de cese al fuego.
ACUSA IRÁN A EU DE QUERER ACABAR CON ISLAM
El líder supremo de Irán, Ali Jamenei, reiteró ayer su llamado al mundo islámico a apoyar a Jezbolá, criticó a la ONU por su incompetencia en el conflicto en Líbano y acusó a Estados Unidos e Israel de intentar ?eliminar el Islam de la región?.
?Hoy toda la comunidad islámica tiene el deber de apoyar y defender a Jezbolá?, dijo Jamenei durante un encuentro con fieles por el aniversario del nacimiento del imán Ali, fundador de la rama shiita del Islam, según la televisión estatal iraní.
Cuestionó a algunos países islámicos, sin precisar cuáles, por su silencio ante la ofensiva militar que Israel inició el 12 de julio en Líbano, la cual ha causado la muerte de casi mil personas, en su mayoría civiles, así como más de un millón de desplazados.
La máxima autoridad religiosa y política de la república islámica criticó la incompetencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el manejo de la crisis en Líbano y acusó a Israel, Estados Unidos y Reino Unido de intentar ?eliminar el Islam?.
El bombardeo israelí se produjo pocas horas después de que la Resistencia Islámica -brazo armado de Hezbolá- asegurase ayer que se dieron violentos enfrentamientos entre sus milicianos y tropas israelíes apoyadas por carros blindados en las inmediaciones de Ras Naqura, en el extremo oeste de la frontera.
Un soldado israelí murió ayer, elevando a 62 el número de bajas en el Ejército israelí desde que comenzaron las hostilidades, hace 28 días. Los heridos son cerca de 200, según fuentes militares.
En tanto, milicianos de Jezbolá dispararon ayer 160 de sus cohetes Katiusha, 75 de ellos contra la localidad fronteriza de Kiriat Shmoná, que al parecer ha quedado prácticamente destruida.
