Agencias
Bagdad, irak.- Más de 20 personas murieron ayer en una nueva jornada violenta en Irak, entre ellos militares de Estados Unidos, civiles iraquíes y fieles religiosos, víctimas de ataques con coches bomba, tiroteos y diversos incidentes más.
El mayor número de decesos se registró afuera de una mezquita shiita cerca de la capital Bagdad, cuando un automóvil cargado con explosivos estalló, mató a diez personas y causó heridas a otras 28, de acuerdo con autoridades iraquíes citadas por la prensa árabe.
En otro incidente, dos empleados iraquíes de la embajada de Emiratos Árabes Unidos murieron cuando hombres armados dispararon contra su vehículo, informó una fuente del Ministerio Interior.
Cuatro soldados estadounidenses murieron ayer cuando volcó el camión en que viajaban volcó cerca de la base aérea de Asad, donde otros tres militares se encuentran desaparecidos.
Las Fuerzas de Ocupación de Estados Unidos han reportado a 14 elementos que murieron en los primeros días de este mes, que es cerca de la mitad de los soldados que perdieron en todo el mes de marzo.
En otra explosión en el barrio de ciudad Sadr murió una mujer con sus dos hijos de nueve y doce años. El tercer hijo de trece años resultó herido, así como otros dos hermanos de una familia distinta que habitaban la misma casa, según reportes de la Policía.
En el norte de la capital, otro coche bomba interceptó a un convoy que transportaba al hijo de un concejal de la ciudad de Samarra, matando a un guardia de seguridad y al conductor, dejando a tres guardias más heridos.
La Policía encontró ayer dos cuerpos que mostraban signos de tortura y que se encontraban esposados en la carretera del oeste de Bagdad y otro que tenía un tiro de gracia.
Un cuarto cuerpo, también esposado, fue encontrado flotando en un pequeño río al sur de la capital.