EFE
Sydney, Australia.- La actriz Nicole Kidman y el cantante de música country Keith Urban se casaron ayer en la ciudad australiana de Sydney en una ceremonia católica con todos los elementos que exige la tradición.
Nicole Kidman llevaba un vestido de tono marfil diseñado por Nicolas Ghesquiere, para Balenciaga, un sencillo ramo de rosas blancas, un velo que le cubría la cara y pendientes de perlas.
La novia, acompañada por su padre Anthony, llegó en un Rolls Royce, saludó a la multitud desde el coche que paró en la entrada del recinto de Saint Patrick, donde se encuentra la capilla Memorial del Cardenal Cerretti y lugar en el que esperaba el novio.
La actriz fue recibida por aproximadamente mil seguidores que aguardaban en los alrededores de la iglesia. El vehículo de la novia iba seguido de la comitiva nupcial, y el primer coche llevaba a su hermana Antonia, su testigo, su hija Isabela y su sobrina Lucía.
El reconocido actor y cantante australiano Hugh Jackman fue uno de los primeros invitados en llegar y según informó la televisión Channel Ten, tenía previsto cantar durante la ceremonia.
A la boda católica, oficiada por el padre Paul Coleman, amigo de la familia, acudieron unos 230 invitados, quienes llegaron a la iglesia en una comitiva de autobuses blancos.
Entre los invitados estaban los actores Naomi Watts, Renee Zellweger, Russel Crowe, el director Baz Luhrmann y el empresario de los medios de comunicación Rupert Murdoch.