RESTOS OSEOS DE ISLA DE FLORES NO SON DE NUEVA ESPECIE
EL UNIVERSAL-AEE
MÉXICO, D.F.- Los restos óseos encontrados en una cueva en la Isla de Flores, Indonesia, en 2004, no pertenecen a una nueva especie, como se divulgó ampliamente, sino a los ancestros de los modernos pigmeos que hoy habitan la isla.
Un equipo internacional de científicos ha demostrado que el esqueleto casi completo designado como LB1 es microcefálico, mientras que otros restos hallados en el mismo entierro no presentan evidencia de microcefalia, sólo de baja estatura.
Robert B. Eckhardt, profesor de desarrollo genético y evolución morfológica del Departamento de Kinesiología de Penn State, plantea que el error provino de que "el LB1 se ve diferente si los investigadores piensan en términos de las características europeas, debido a que se trata de un australomelanesio, que además presenta un desarrollo anormal por ser microcefálico".
Teuku Jacob, del laboratorio de bioantropología y paleoantropología de la Universidad Indonesia Gadjah Mada, encontró cuatro grandes áreas de evidencia que demuestran el equívoco: factores geográficos, asimetría craneofacial, rasgos dentales y anormalidades poscraneales, mismas que fueron discutidas el pasado 21 de agosto en la edición online de la publicación Proceedings of the National Academy of Sciences.
Aquellos que proclamaron la existencia de una especie separada dijeron que los ancestros humanos, como el Homo erectus, viajaron a la isla hace alrededor de 840 mil años y evolucionaron allí en el Homo floresiensis, basados en el descubrimiento de herramientas de piedra encontradas en la isla. Dicha propuesta asume que no hubo migraciones humanas subsecuentes al lugar después de la desaparición del Homo floresiensis, acaecida hace unos 15 mil años.
Jacob y sus colegas señalan que ello es falso, pues los estegodones (elefantes enanos) llegaron a la isla al menos en dos tiempos distintos y durante periodos de bajo nivel de las aguas marinas, cuando Flores estaba apartada de otras islas sólo por unos cuantos kilómetros, como demostró K. Hsü, del Instituto de Ciencias de la Tierra, de Pekín.
Tocante a las características faciales, craneanas, dentales y óseas del LB1, la comparación entre 94 tipos craneanos y 46 mandibulares arrojó que no se trata de rasgos únicos. Los expertos dicen que se encuentran en el rango normal de variaciones de los australomelesianos y que están presentes en los pigmeos rampasa que habitan la isla.
Los científicos concluyeron que el LB1 "no es un miembro normal de una nueva especie, sino uno anormal de la suya", remató Eckhardt.